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Trabajador mayorUnsplash

El drama de ser parado con más de 50 años: la mayoría lleva más de un año buscando empleo

Tres cuartas partes de este colectivo no ha realizado ninguna entrevista en los últimos seis meses.

España registró en junio de 2024 algo más de dos millones y medio de parados, muchos de los cuales llevan más de un año buscando empleo. Se trata de un drama que se ceba especialmente en los más mayores, que pasan meses sin realizar ninguna entrevista.

Según los datos del INE, de las 879.100 personas mayores que buscan empleo, un 56 % lleva más de un año sin éxito, un porcentaje que se reduce al 38 % en el resto de la población. Además, tres cuartas partes de este colectivo no ha realizado ninguna entrevista en los últimos seis meses.

«Siguen persistiendo prejuicios y estereotipos que son difíciles de combatir, y que relegan a las personas mayores de 50 años al desempleo de larga duración que, en no pocas ocasiones, se convierte en pasaporte precario y directo a la jubilación», señala Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.

Esta institución acaba de presentar el 16º informe #TuEdadEsUnTesoro, en el que identifica las necesidades, expectativas y aspiraciones en materia de empleo de los mayores de 50 años. Estos muestran reticencias a la hora de poner la edad en los currículums ya que, a pesar de que la legislación prohíbe la discriminación, creen que su inclusión es clave para ser descartados.

Mesonero explica que, en muchos casos, estas personas no llegan siquiera a la entrevista de trabajo, por lo que muchas empresas están apostando por nuevas fórmulas para que los sesgos no perjudiquen su búsqueda de talento. «No es suficiente con cambiar el modelo del currículum, es necesario evolucionar el modelo de selección que se realiza en España, para eliminar esos sesgos que impiden a las personas sénior aportar su talento, a la vez que merman la competitividad del tejido empresarial», añade.

Otro problema añadido es la desactualización de competencias o desconocimiento de fórmulas de búsqueda de empleo, lo que supone una merma para sus oportunidades. Por eso, «es imprescindible acompañar a las personas sénior para dotarles de competencias y habilidades, de modo que puedan mantener o incrementar su cualificación y no se cronifiquen en el desempleo», comenta Begoña Bravo, directora de Inclusión de la Fundación.

De entre los encuestados por Adecco, el 93 % considera que su principal preocupación es la cobertura de gastos básicos inmediatos, pero también preocupa las cotizaciones y proximidad de la jubilación (63,6 %), el autoestima y sentido de propósito (55 %), y la salud mental (49 %).

Por todo ello, estos desempleados sénior muestran una flexibilidad laboral sin precedentes. No solo tienden a desarrollar un mayor compromiso, sino que están dispuestos a mayores concesiones hasta el punto de que un 92 % estaría dispuesto a cambiar de sector y un 89,3 % aceptaría un empleo de cualificación inferior con tal de trabajar.

«Las personas mayores de 50 años en desempleo necesitan trabajar con urgencia, pero son conscientes de las dificultades que plantea el mercado laboral. Es por ello que, en los últimos años, estamos asistiendo a un paulatino cambio de mentalidad y son cada vez más flexibles y abiertas para trabajar en otros sectores, así como para aceptar empleos de menor cualificación», concluye Bravo.