El espejismo de la estacionalidad: la debilidad estructural del mercado laboral

Los datos de la EPA publicados este viernes muestran un incremento del empleo y una reducción del paro, lo cual siempre es una buena noticia, pero, desgraciadamente, si analizamos los datos en profundidad nos damos cuenta de que esa mejoría es meramente estacional, ya que estructuralmente el mercado laboral no se comporta bien.

El análisis de los datos nos permite observar lo siguiente:

• Los ocupados aumentan en 434.700 personas en el trimestre, pero si se desestacionaliza ese crecimiento sólo es de un 0,37 %.

• De hecho, el aumento trimestral de ocupados es un tercio menor que el del mismo trimestre del año anterior.

• Es más, en términos interanuales el incremento ha sido menor, de 426.300 personas, que quiere decir que sin la estacionalidad de este trimestre habría descendido en términos interanuales.

• Es el incremento interanual de ocupados más bajo de los últimos diez años, con excepción de 2020 por las restricciones de la pandemia.

• El empleo privado aumenta en 427.800 personas, fruto de la estacionalidad, mientras que el empleo público, pese a venir de niveles muy elevados, sigue aumentando y lo hace en 6.900 personas, llegando a casi 3,6 millones de empleados públicos, que con los planes del Gobierno de eliminar las tasas de reposición seguirá incrementándose, alterando de manera artificial la evolución del mercado laboral e introduciendo más presión sobre el gasto público.

• El empleo masculino sube en 202.600 personas y el femenino en 232.100 personas.

• Sube en todos los sectores: en servicios lo hace en 304.000 personas, ligado a actividades turísticas directas e indirectas; industria (63.400); construcción (61.100); y agricultura (6.100).

• El empleo que hay se reparte, ya que disminuyen el empleo a tiempo completo y aumenta el empleo a tiempo parcial.

• El paro baja en 222.600 personas en términos intertrimestrales, pero al desestacionalizar aumenta un 1,15%.

• Es la sexta peor evolución de un IITR de los últimos doce años.

• En términos interanuales, es el tercero peor de los últimos diez años, la bajar sólo en 52.900 parados.

• Baja el paro en 109.200 hombres y en 113.400 mujeres en términos trimestrales.

• La tasa de paro baja un punto, hasta el 11,27% de la población activa.

• Baja en todos los sectores: en servicios lo hace en 190.500 personas; construcción (12.900); industria (9.300); y agricultura (7.300).

• La población activa crece en 212.100 personas en el trimestre, pero pierde intensidad en el dato interanual, donde crece en 373.300 personas, que es un 20% menos que en el mismo período del año anterior.

• Así, la tasa de actividad sube tres décimas y se queda en el 58,9% de la población en edad de trabajar.

• La creación de empleo trimestral la lideran Andalucía (101.200), Baleares (88.900) y Valencia (78.700). La interanual la lideran Valencia (97.600), Andalucía (82.600) y Madrid (70.400).

• El descenso del paro trimestral lo lideran Andalucía (-54.100), Baleares (-44.800), Valencia (-42.000) y Madrid (--26.500). En términos interanuales el descenso del paro lo lideran Andalucía (-79.500) y Madrid (-18.600).

• Por tanto:

o Siempre es una buena noticia que suba el empleo y baje el paro, pero no deja de ser un espejismo.

o Al desestacionalizar, el empleo casi no sube y el paro se incrementa de manera más notable.

o Son registros muy débiles en términos interanuales en materia de empleo y paro. También es de los peores años en el IITR en ocupación en términos intertrimestrales.

o Urge realizar reformas que agilicen el mercado de trabajo y permitan una verdadera creación de empleo, más allá de los datos estacionales.

• José María Rotellar es profesor de Economía y director del Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria