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27 de agosto de 2024

José María Rotellar

Unas previsiones optimistas y un gasto irresponsable

Es un cuadro macro optimista para los últimos años, con supuestos poco creíbles, un techo de gasto no financiero terriblemente expansivo, que se convierte en estructural y que pone en riesgo a la economía española en el medio y largo plazo

Actualizada 04:30

El Gobierno, en la presentación del cuadro macroeconómico y los objetivos de estabilidad, con la fijación del techo de gasto no financiero para la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), ha sido imprudentemente optimista en los supuestos económicos y muy irresponsable en el incremento del gasto, como analizamos a continuación:

● El Gobierno ha actualizado el cuadro macroeconómico, elevando el crecimiento de 2024 del 2 % al 2,4 %, y del 1,9 % al 2,2 % el de 2025, modificado para comenzar a elaborar el anteproyecto de los PGE. Para 2026 estima un 2 % y dice que es un nivel cercano al potencial, pero dicho crecimiento potencial sigue siendo muy bajo (inferior al 2 %) y parece muy optimista.

● Prevé una productividad de cuatro puntos, lo que parece alejado de la realidad dado el incremento de costes y de absentismo, así como de la propia evolución actual de la inflación.

● Dice el ministro de Economía que se ha recuperado poder adquisitivo y se ha reducido la desigualdad, pero no es cierto: el PIB per cápita en paridad del poder de compra desciende y vuelve a estar por debajo del 90 % de la media de la UE, que nos hace, de nuevo, pobres, merecedores de fondos de cohesión. Al mismo tiempo, en 2023 España empeoró un puesto, sobre el ya pésimo registro de 2022, y es el tercer país con más porcentaje de personas en riesgo de pobreza.

● Prevé que la deuda pública sobre el PIB baje al 105 % en 2025 y al 99 % en 2027, pero, en primer lugar, desciende por incremento del PIB nominal debido a la inflación, porque la deuda en valores absolutos sigue aumentando. En segundo lugar, cuando ese incremento debido a la inflación se acabe, el cociente crecerá, como bien han señalado distintos organismos, como la AIReF.

● Dice el ministro de Economía que se va a salir de las guerras y la pandemia sin cicatrices estructurales, pero se olvida de que:

1. La economía crece por el gasto público y el sector exterior, que se pueden tambalear ante las reglas fiscales y el menor crecimiento de nuestros socios, respectivamente.

2. La inseguridad jurídica generada por el Gobierno perjudica a la inversión, por debajo del nivel anterior a la pandemia, con pérdida importante de inversión exterior.

3. La inflación acelera su crecimiento en cuanto han desaparecido los parches que el Gobierno puso.

4. El empleo por hora cae, se reparte, no se crea.

5. Los contratos a tiempo parcial ganan peso respecto a los tiempos completos.

6. Las estadísticas de paro no recogen los fijos-indefinidos, generando inseguridad al analizar los datos.

● En cuanto al techo de gasto, sigue por la senda del gasto tremendamente expansivo, con un incremento del gasto no financiero –sin fondos europeos– de un 3,2 %, que equivalen a 6.138 millones de euros más, para dejarlo, sin fondos europeos, en 195.353 millones. Aun sin contar los fondos europeos, el gasto no financiero habrá crecido en 75.519 millones desde que Sánchez llegó al Gobierno. Con los fondos europeos es un incremento del gasto no financiero desde 2018 de 79.337 millones de euros.

● Si se suman los fondos europeos, el techo de gasto no financiero se eleva hasta 199.171 millones, es decir, 51 millones de euros sobre el actual.

Techo de gasto no financiero en los PGE

Techo de gasto no financiero en los PGEJosé María Rotellar

● Esto muestra claramente que cada vez se está consolidando más gasto estructural, ya que el gasto no financiero sin fondos europeos crece en más de 6.000 millones mientras que el que contiene fondos sólo 51 millones, de manera que si antes había 10.000 millones de diferencia, ahora hay menos de 4.000 millones.

Incremento de gasto de 2018 a 2025

Incremento de gasto de 2018 a 2025José María Rotellar

● En cuanto al objetivo presupuestario, estima un déficit del 2,5 % del PIB para 2025 (desde el 3 % para 2024), del 2,1 % en 2026 y del 1,8 % para 2027. Pese al efecto de la inflación en los ingresos, con el ritmo de gasto parece optimista pensar en las cifras de déficit previstas para 2026 y 2027, sobre todo teniendo en cuenta el pobre crecimiento potencial de la economía. Sólo el esperar que la Seguridad Social pueda mantenerse en el mismo objetivo de déficit que tenía parece imposible con la presión de gasto que tiene y que provoca la reforma.

● La regla de gasto primario neto de ingresos la cifra en un 3,2 % de crecimiento para 2025, 3,3 % para 2026 y 3,4 % para 2027, que hace difícil que se pueda cumplir, salvo con un incremento desmedido de ingresos que no parece probable sobre el ya acumulado de la inflación.

● En definitiva, es un cuadro macro optimista para los últimos años, con supuestos poco creíbles, un techo de gasto no financiero terriblemente expansivo, que se convierte en estructural y que pone en riesgo a la economía española en el medio y largo plazo.

  • José María Rotellar es profesor de Economía y director del Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria
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