Detienen a siete personas por 18 estafas bancarias de un importe de 7.000 euros en Gran Canaria
Simulaban ser agentes de banca anti fraude e inducían a error a las víctimas
La Guardia Civil de Gran Canaria ha detenido a siete personas después de esclarecer un total de 18 delitos de estafa bancaria por un importe superior a más de 7.000 euros. Simulaban ser agentes de banca anti fraude e inducían a error a las víctimas para hacerse con los códigos de verificación de las operaciones denunciadas.
La Guardia Civil conoció los hechos al detectar que en diferentes puestos de la isla de Gran Canaria se estaban presentado denuncias que seguían el mismo patrón de actuación. Vieron además que se empleaban números de teléfonos similares para ponerse en contacto con las víctimas y que se enviaban las mismas direcciones URL de las páginas webs que simulaban ser maliciosas.
El modus operandi empleado por los miembros del grupo consistía en enviar a las víctimas, a través de mensajes de texto SMS y mensajes de WhatsApp, una alerta simulando ser su entidad bancaria. En ocasiones incluso se usaba el logotipo real de la propia entidad, según ha informado la Guardia Civil en nota de prensa.
En esta comunicación alertaban que habían accedido a su sesión de banca online a través de un dispositivo desconocido proporcionándole en el mismo mensaje una dirección URL que, al acceder a ella, les redirigía a una página web con apariencia legítima.
Las víctimas introducían sus credenciales de acceso, usuario y contraseña, y tras ello la página web dejaba de estar operativa. Segundos más tarde los autores ya disponían de las credenciales de acceso a la sesión de banca online de las víctimas pudiendo observar todos los datos personales y productos contratados.
El objetivo de los miembros del grupo criminal era realizar extracciones de dinero sin tarjeta bancaria desde cajeros automáticos situados principalmente en Cataluña. De este modo, cuando se encontraban los estafadores en los cajeros automáticos, llamaban a las víctimas y les indicaban que estaban intentando cancelar una operación fraudulenta. Sin embargo, lo que realmente se estaba ejecutando era el intento de extracción de efectivo con los datos de los clientes.
El cajero automático, cuando se solicita dicha operación, emite un código de verificación real a través de un mensaje de texto legítimo dirigido al cliente para ser introducido en la pantalla del cajero automático, como sistema de doble verificación.
En este apartado las víctimas, al creer que estaban comunicándose con un operador de banca real, no dudaron en ceder los códigos de verificación. De esta manera estaban autorizando, sin saberlo, que los autores extrajeran efectivo de manera inmediata.
Con toda la información recabada, los agentes de la Guardia Civil iniciaron una operación basada en el análisis pormenorizado de los medios empleados por los autores. Se centraron en la metodología de empleo y uso de las líneas de telefonía para emitir los mensajes de texto, unido a la coordinación con la propia entidad bancaria afectada para recabar las imágenes de los cajeros automáticos.
En estas imágenes pudieron observar la presencia de dos individuos extrayendo el efectivo de varios cajeros automáticos mientras operaban con los teléfonos móviles, pudiendo así corroborar las declaraciones de los denunciantes.
Con las imágenes obtenidas de las cámaras de video vigilancia y gracias a la colaboración policial se pudo identificar a uno de los implicados, cuya misión era extraer el efectivo de los cajeros automáticos al darse la circunstancia que en todas y cada una de las extracciones de efectivo llevaba al menos una prenda similar.
Posteriormente fueron identificadas otras seis personas relacionadas con la ejecución de los hechos en diferentes grados de participación.
La Guardia Civil recuerda, ante los delitos relacionados con las nuevas tecnologías, que aunque los autores se hagan con los datos personales, siempre van a requerir una serie de datos y/o códigos de acceso para hacerse con el objetivo de perjudicar económicamente.
Por ello advierten de que siempre que se pongan en contacto a través de llamada telefónica, mensaje de texto o de cualquier otro medio de comunicación con la excusa de solicitar algún tipo de código de acceso, hay que recordar que la entidad bancaria ya dispone de todos los datos personales y nunca van a solicitar códigos de accesos confidenciales. Ante cualquier duda con la operativa bancaria, hay que dirigirse presencialmente a las oficinas al efecto o a través de los canales seguros de comunicación que figuran en la documentación contractual cuando se inicia la relación con los bancos.