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13 de septiembre de 2024

El presidente de Correos, Pedro Saura, vigilado por la presidenta de la SEP, Belén Gualda.

El presidente de Correos, Pedro Saura, vigilado por la presidenta de la SEPI, Belén GualdaLu Tolstova

La semana económica

Correos quiere que los sindicatos le apoyen, pero no les cuenta cómo va a ser el nuevo plan estratégico

Los representantes de los trabajadores se quejan de falta de información sobre el nuevo rumbo que se quiere dar a la compañía y de escasez de personal

Correos anunció el 31 de julio un nuevo Plan Estratégico 2024-2028 con el que espera sacar a la compañía de la ruina económica en la que está inmersa tras los años en los que ha sido presidida por Juan Manuel Serrano, el amigo de Sánchez. Dijo que recogía los ejes del Acuerdo Marco Estratégico firmado el 22 de julio con los representantes de los sindicatos mayoritarios (UGT y CCOO) y su principal accionista, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

El anuncio parecía dar a entender que los sindicatos estaban al tanto de todo y que de hecho lo firmaban todo, pero la realidad es que los representantes de los trabajadores no han visto aún en qué consiste el plan estratégico.

Por una extraña razón que nadie conoce, los sindicatos no saben cuál es el detalle de la estrategia que va a seguir la compañía para salir de las pérdidas de más de 1.500 millones de euros en las que ha incurrido tras los cinco años de mandato de Juan Manuel Serrano.

De momento solo se sabe que el Estado destinará unos 3.000 millones de euros a reflotar la compañía

Hasta ahora lo único que se conoce es la cantidad aproximada que el Estado invertirá para reflotar la compañía. UGT fue el primer sindicato en divulgar entre los medios el pasado 6 de junio una propuesta detallada y cuantificada para que el Estado invirtiera en el nuevo modelo postal 3.000 millones en seis años: a 500 millones por año, asumiendo que la empresa incorporaría nuevas funciones de interés público por las que sería compensada (gestiones administrativas o servicios financieros para el ámbito rural, entre otras, como contábamos en este artículo). CCOO se sumó posteriormente a la propuesta y subió la petición a 4.000 millones.

Finalmente, el Estado aportará unos 3.000 millones de euros, según fuentes de un ministerio involucrado, una cifra que fue ratificada en la reunión que se mantuvo a final de julio con la presidenta de la SEPI, Belén Gualda, la subsecretaria del Ministerio de Hacienda, Lidia Sánchez, y los representantes de UGT y CCOO.

De esos 3.000 millones, según ha podido saber El Debate de la misma fuente ministerial, 1.600 millones (400 millones anuales entre los años 2024 y 2028) serán para sufragar el nuevo modelo de servicios de interés general asignado a Correos conforme a la propuesta sindical. Los 1.400 millones restantes se destinarán al convenio y al plan de prejubilaciones que la compañía tiene previsto realizar para adelgazar su plantilla.

Antes de que se oferte el plan de prejubilaciones, los sindicatos quieren saber qué areas se van a priorizar en el nuevo plan

Antes de que se oferte ese plan de prejubilaciones, los sindicatos necesitan saber algunas cosas. En primer lugar, conocer con más detalle el plan estratégico para saber qué áreas se van a priorizar y qué colisiones pueden producirse con el personal. Por este motivo han pedido una reunión a la dirección en septiembre.

En los comunicados difundidos por CCOO y UGT siempre han acentuado que primero hay que ver qué modelo quiere seguir la empresa para ser viable, luego abordar el plan estratégico y en último lugar el plan de personas (en este caso de prejubilaciones) y el nuevo convenio colectivo. Si no conocen el plan estratégico, les faltará información para dar su opinión y el aval al plan de personas.

La opacidad en torno al plan estratégico está incluso haciendo dudar de su existencia o consistencia a algunas fuentes al margen de los sindicatos. Por poner un ejemplo de una cuestión importante, en la nota de prensa del plan se habla de que la contribución de la paquetería al ingreso total de la compañía subirá en once puntos, pero nadie sabe cómo va a hacerse. Correos facturó en 2023 320 millones de euros en paquetería, menos que su filial Correos Express, que alcanzó los 400 millones. Lo lógico sería que tuvieran una estrategia conjunta en la que no se canibalizaran, como ocurrió con Serrano: por ejemplo, que una se ocupara de los envíos negocio a negocio (B2B: así empezó Correos Express) y la matriz se ocupara de lo que mejor sabe hacer: los envíos de negocios a consumidores; que una se centrara en los envíos con compromiso de llegada en 48 horas, y la otra de los de 24 horas; que una se especializara en envíos de frío y la otra en los de farmacias. De momento no se conoce ningún plan de este tipo. Paradójicamente los envíos en 24 horas fueron una innovación de Correos hace años (el servicio se llamó Postal Express), pero, a pesar de su éxito económico, se despojó inexplicablemente de la matriz.

Por otra parte, el pasado 9 de agosto Vozpópuli informó de que el Portal de Transparencia había publicado que Correos Express había contratado a KPMG para que le elaborara un plan estratégico, pero el secretario general de Correos, Francisco Ferrer, mano derecha de Pedro Saura, dio orden ese mismo día de que se finiquitara ese contrato. Correos Express, por tanto, no dispone aún de plan estratégico, y no es descartable pensar que eso es así porque Correos tampoco lo tiene.

La cuestión del personal es aún más delicada. La custodia con mucho celo el director de Recursos Humanos, Fernando Ramírez. Correos tiene 25.000 carteros, de edad avanzada en un porcentaje elevado, y por tanto muy susceptibles de aceptar una prejubilación que les interese. En algún momento se habló de que la compañía podría desprenderse de entre 10.000 y 15.000 carteros por la caída de los envíos, pero está claro que los sindicatos no van a aceptar que se haga sin una prejubilación generosa y una sustitución del personal razonable y que rejuvenezca la plantilla.

Mientras tanto, la actividad de la empresa continúa con muchos problemas, como se está viendo con frecuencia este verano. Las noticias sobre los retrasos en las llegadas de los envíos y las protestas por la escasez de personal aparecen prácticamente todos los días, como contábamos en este artículo. Una de las más recientes ha sido la que ha ocasionado paros de dos horas al final de cada jornada en Guadalajara. Los sindicatos denuncian que allí solo hay nueve carteros para 91.000 habitantes.

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