El ritmo de construcción de vivienda terminada debería multiplicarse por siete para equilibrar el desfase

Para equilibrar el desfase entre oferta y demanda sería necesario multiplicar por cuatro el ritmo actual de construcción en un entorno de escasez de suelo, falta de mano de obra y aumento de precios.

Esta es una de las principales conclusiones del informe Mercado inmobiliario en España, elaborado por Carlos Balado, profesor de OBS Business School y director de Eurocofín, que refleja que actualmente se construyen entre 80.000 y 100.000 viviendas al año, insuficientes para cubrir la proyección de nuevos hogares, que se sitúa en torno a las 200.000 familias de media anual.

Sin embargo, la escasez de suelo en grandes ciudades, las dificultades de financiación de los pequeños promotores, junto a la falta de mano de obra cualificada o la subida generalizada del precio de los materiales están impidiendo el despegue de la oferta. Además, los pequeños promotores carecen de soluciones temporales como sería la deducción al alquiler para determinados colectivos, incentivos al ahorro destinado a compra, modificaciones en la regulación o el fomento de construcción destinada a alquiler social.

«La inversión para poder desarrollar suelo debería ser anticíclica, mediante una política soportada y avalada por la administración estatal y las autonómicas que permita desarrollar bolsas de suelo para que cada cierto tiempo haya un remanente de suelo en gestión y en transformación», explica Balado.

Según el informe, la compraventa cayó un 13,7 % en marzo de este año en comparación con el mismo mes de 2023, así como el número de hipotecas, con 46.410 operaciones. Por el contrario, el precio de la vivienda se incrementó un 3,3 % interanual en el primer trimestre con un metro cuadrado en los 1.998 euros de media.

Además, mientras que los expertos advierten que la tasa de esfuerzo –el porcentaje que destinamos de nuestro salario mensual a vivienda– no debería superar el 35 %, en once comunidades se supera esa cifra, con Baleares (58,6 %), Barcelona (51,9 %), Málaga (51 %) y Madrid (44,3 %) en cabeza.

Respecto a la construcción, España necesitaría 1,2 millones de unidades de alquiler asequible hasta 2030, especialmente tras la aprobación de nuevas regulaciones que están provocando la retirada de inmuebles en oferta por la inseguridad jurídica. «Existe en los gobiernos una tendencia a confundir colaboración con intervencionismo y a establecer sistemas de control de precios que llevan a la reducción de la oferta con efectos perniciosos en el largo plazo», comenta el autor del informe.

La inversión prevista para alquiler asequible es de 108.000 millones de euros, de los el 76 % procede de la inversión privada y solo el 24 % del sector público. Por su parte, la VPO alcanzó su máxima producción en 1985, pero desde 2013 este porcentaje no ha dejado de caer y solo el 10 % del parqué tenía esa consideración.