El enésimo giro de Sánchez: de exigir una mujer con perfil técnico a la imposición de Escrivá en el Banco de España
El nombre del ministro ha sido el único defendido en público por el Gobierno, haciendo inviable cualquier pacto con el PP
De defender la presencia de perfiles técnicos y femeninos a imponer a un ministro con un cada vez más marcado peso político. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, tiene previsto comparecer este miércoles en el Congreso de los Diputados para oficializar el nombramiento de José Luis Escrivá como nuevo gobernador del Banco de España, según adelantó la Cadena Ser.
Salvo sorpresa mayúscula de última hora, Sánchez, que posee en exclusiva la prerrogativa del nombramiento –dado que no es necesario que pase por el Consejo de Ministros– consumará un salto inédito en España en 47 años de democracia. Nunca hasta ahora desde 1977 un ministro había pasado de ostentar su cartera al regulador bancario.
La operación tiene también escasos paralelismos a nivel europeo. Apenas un puñado de nombres sobrevuelan esta excepción: el portugués Mario Centeno, el esloveno Peter Kažimír, el griego Yannis Stournaras, el maltés Edward Scicluna. En el caso del finlandés Olli Rehn, éste permaneció fuera del gobierno desde dos años antes al nombramiento, en 2018.
La apuesta por Escrivá difiere de lo que el propio presidente exigía a Mariano Rajoy cuando aún estaba en la oposición. En 2018 el entonces portavoz socialista y hoy ministro de Transportes, Óscar Puente, reclamaba al gobierno popular optar por una «mujer preparada» para ocupar la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE) en la que finalmente recalaría Luis de Guindos. «Hay muchas mujeres preparadas (...) es inexcusable optar por una candidatura femenina», afirmó entonces Puente.
La elección tampoco concuerda con los nombres que desde el entorno cercano al Ejecutivo se habían ido filtrando en los últimos meses, apuntando a perfiles técnicos y femeninos alejados de la primera línea de la política. Entre ellos, Paula Conthe, secretaria del Tesoro, o Montserrat Martínez Parera, vicepresidenta de la CNMV, como publicó este periódico.
Está por ver si Sánchez opta por confiar en alguna de ellas para el cargo de subgobernadora que el próximo 11 de septiembre dejará libre Margarita Delgado, toda vez que el PP se ha desvinculado de cualquier pacto con el Ejecutivo –lo que venía siendo tradicional– por la imposición de Escrivá, un nombre que, según el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, «no ofrece garantías de independencia».
Y es que, aunque Escrivá cuenta con experiencia de sobra para optar al cargo –ya pasó por el regulador antes de su salto al servicio de Estudios de BBVA– su potencial falta de independencia respecto a la evaluación de las decisiones de un Ejecutivo al que ha pertenecido hasta ahora es precisamente el gran punto débil de la elección.