Escrivá quería el despacho de la subgobernadora en el Banco de España y le dijeron que no

El nuevo gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, pidió al llegar a la entidad ocupar el despacho destinado al subgobernador, que le resultaba más atractivo, pero le dijeron que en la institución no estaba previsto que lo hiciera, según fuentes conocedoras de la situación.

A cambio le convencieron para que propusiera los cambios que estimara oportunos en su despacho de gobernador, y en ello están: haciendo reformas para que se sienta lo mejor posible en su nueva ubicación.

Hay que ser exigente para tratar de mejorar un edificio que es excepcional. A lo largo de sus más de dos siglos de historia, el Banco de España ha apostado por dotarse de un patrimonio arquitectónico que le convirtiera en símbolo de su fortaleza y de su compromiso con la creatividad de su tiempo.

La última ampliación de la sede central del Paseo de La Castellana en Madrid la realizó Rafael Moneo en el año 2006. El edificio cuenta en su interior con obras de arte que datan desde finales del siglo XV hasta nuestros días, entre las que hay auténticas joyas pictóricas y de gran valor histórico. Entre ellas están, por ejemplo, los retratos que se encargaron a Francisco de Goya entre 1785 y 1788, y que representan a Carlos III, a Francisco Javier de Larrumbe, al marqués de Tolosa, al conde de Altamira, a José de Toro y Zambrano y al conde de Cabarrús.

El edificio es de un nivel extraordinario, pero a Escrivá no le gusta su despacho y quiere cambiarlo.

La anécdota ilustra en otro terreno más la mentalidad de cambio con la que ha llegado Escrivá, que ha empezado a manifestarse de manera más importante en la reordenación de las direcciones generales del banco, como ya contamos en este artículo.

Dentro de esa reordenación, lo más llamativo ha sido la creación de una nueva dirección general de Relaciones Institucionales, Europeas y Transparencia que aparta de la relaciones con Europa a la Dirección General de Economía y Estadística, que era desde donde se llevaba hasta ahora. Este quitar competencias a una dirección general para dárselas a otra fue comentado en la Comisión Ejecutiva del Banco y solo recibió el voto negativo de Fernando Fernández, el único miembro no afín al Gobierno.

Fernández comparte asiento en la Comisión Ejecutiva del Banco con el gobernador (José Luis Escrivá), la subgobernadora (Soledad Núñez), Lucía Rodríguez (recientemente traída por Escrivá desde la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal –AIReF–) y Jordi Pons (llegado también recientemente como representante de la cuota catalana-).

Fernández, en principio, debería ser consejero del Banco hasta el año 2029. Fue nombrado en el año 2023 y los consejeros son elegidos por seis años. Son quienes tienen voto en las decisiones, y el suyo se prevé como el único discordante cuando las iniciativas puedan tener un matiz político.

Fernando Fernández es un economista de mucho prestigio que ya tiene la vida hecha y no va a tener reparos en plantear las objeciones que vea convenientes. Entre otras cosas es doctor en Economía por la Universidad Autónoma de Madrid (Escrivá no es doctor), fue economista principal del Fondo Monetario Internacional entre los años 1991 y 1996, economista jefe y director del Servicio de Estudios del Banco Santander Central Hispano entre 1996 y 2002 y profesor de Economía y Finanzas de IE Business School entre los años 2010 y 2022.

Por lo que se refiere a los nuevos nombramientos, como contábamos en este artículo, Escrivá va reorganizando con personas afines a él y al PSOE.