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Las bodegas españolas, «víctimas colaterales» del castigo de China al brandy francés
Los importadores tendrán que entregar depósitos de seguridad en las aduanas del gigante asiático tras la decisión de la UE de mantener los aranceles al coche eléctrico chino
China ya se ha cobrado la primera ‘víctima’ en el conflicto comercial que mantiene con la Unión Europea después de que los Veintisiete aprobaran mantener los aranceles a los coches eléctricos procedentes del país asiático. A partir de este viernes, los importadores de brandy procedente de la UE deberán entregar depósitos de seguridad en las aduanas chinas.
Se trata de una medida que afecta principalmente a Francia, principal exportadora de brandy al país asiático, que el año pasado consumió 43,31 millones de litros, según datos de aduanas. En el caso de España, los envíos de este producto en 2023 no superaron los dos millones de euros, pero serán las bodegas de Osborne, Fundador y Miguel Torres las más afectadas con un arancel del 34,8 %.
«Esa decisión significa que, en muy poco tiempo, los productores de la UE se verán afectados por una importante carga fiscal adicional al exportar brandy a China. Esto es particularmente perjudicial para el sector en este momento, ya que los envíos para el Año Nuevo chino ya están en tránsito», ha señalado el director de Espirituosos España, Bosco Torremocha.
La patronal ha lamentado que el sector sea una «víctima colateral» de un conflicto más amplio consecuencia de la votación de la UE del pasado viernes.
Otro asunto es qué pasará con la carne de cerdo, ya que nuestro país es el principal exportador a China. Pekín ha señalado que, en principio, no impondrá medidas antidumping, aunque dijo lo mismo en agosto sobre el brandy a pesar de haber encontrado pruebas de competencia desleal por parte de los productores europeos.
El Ministerio de Comercio de China ha explicado que las medidas son «legítimas» y se adoptan «conforme a la ley y en consonancia con las normas de la Organización Mundial del Comercio».
«Estas medidas responden a solicitudes de las industrias nacionales, a diferencia de la investigación antisubsidios de la UE sobre los vehículos eléctricos chinos. De hecho, algunos estados de la UE y sus industrias han presentado fuertes objeciones», explicó el Gobierno chino en un comunicado.
Las instituciones europeas están muy preocupadas ante una eventual guerra comercial con China. La Cámara de Comercio de la UE en el gigante asiático ha calificado el veto al brandy como una medida «contraria al progreso bilateral alcanzado en el sector de la comida y la bebida» desarrollado en el acuerdo firmado en 2020 sobre cooperación y protección de indicaciones geográficas.
En cualquier caso, Bruselas está buscando alguna salida para evitar el conflicto. Aunque los Estados miembros votaron a favor de mantener el gravamen, la Comisión Europea estudia la suspensión de los aranceles para evitar una escalada que pueda afectar al suministro de productos clave para las manufacturas europeas.
