Plan Fiscal Estructural
La Autoridad Fiscal ve insuficiente el plan para Bruselas y cuestiona que cargue los ajustes a la próxima legislatura
La Airef critica que no se haya consensuado con otros organismos y las CC.AA. y advierte de que no se detallan las medidas a aplicar para contener el gasto
Falta información. La Autoridad Fiscal Independiente (AIReF), la institución encargada de evaluar la política fiscal del Gobierno y el cumplimiento de los objetivos comprometidos con Bruselas, ha cuestionado este martes el bajo nivel de detalle del Plan Fiscal Estructural a Medio Plazo enviado por el Gobierno a Bruselas, que debería explicitar las medidas para cumplir con los compromisos de déficit y gasto.
El plan español, afirman desde la institución que preside Cristina Herrero, si bien puede ser acorde con las orientaciones de la Comisión Europea, carece de suficiente nivel de detalle como para ser considerado una herramienta útil de planificación presupuestaria a medio plazo. Es decir, no cumple con el principal mandato de las nuevas reglas fiscales europeas, implantadas este año tras la laxitud acordada durante la pandemia de coronavirus.
«No tenemos las previsiones del Gobierno y no podemos analizar el escenario del Gobierno», ha lamentado Herrero en rueda de prensa. Desde Economía han argumentado en las últimas semanas que la falta de Presupuestos Generales del Estado impide dar más detalles. No obstante, desde la AIReF afirman que la Comisión ha insistido en que el detalle de las medidas «no se puede demorar mucho»; y apuntan además que países del entorno, como Italia o Portugal, ya han trasladado a Bruselas información mucho más completa que la suministrada por España.
Ante esta falta de información, la AIReF, que está obligada a realizar su evaluación tenga o no la información, ha analizado un escenario a políticas constantes. Es decir, sin tener en cuenta modificaciones que en realidad ya están sobre la mesa, como la prórroga del impuesto a la banca o la subida de impuestos al litro de diésel o al tabaco.
Según su estimación, el gasto primario neto previsto por el Gobierno se desviará en dos décimas, del 2,8 al 3 %, entre 2025 y 2031, respecto a la trayectoria de referencia de la Comisión. No obstante, la AIReF insiste en que solo hay detalles concretos para los años 2025 y 2026, y proyecciones presupuestarias únicamente para este 2024.
Para el resto de ejercicios, lo que se ha comunicado a Bruselas es una senda de gasto sin desglose por subsectores ni detalle de medidas. Y se ha hecho además sin contar ni con la propia AIReF ni con el resto de sectores afectados, como la sociedad civil, los agentes sociales y las comunidades autónomas.
«No se ha producido un debate previo con stakeholders, sino que el plan lo hemos conocido cuando se envía a Bruselas. Solo hay concreción en 2025 y 2026 y a esos dos años se circunscribe el aval de la Airef. Y solo hay detalle en el año de 2024, para el resto no hay desglose de subsectores ni se detallan las medidas de ajuste», ha criticado Herrero, que afirma que, «todo lo que se buscaba con la reforma –de las reglas fiscales europeas– ha quedado bastante diluido».
Además, según la estimación del organismo independiente, cumplir con las tasas de crecimiento de gasto comprometidas por el Gobierno llevaría el déficit público al 1,6 % en 2031, frente al 0,8% previsto por el Gobierno. Las diferencias se amplían hasta 2041, con un déficit en el Plan del Gobierno del 2 % del PIB frente al 3,3 % en el escenario de ajuste de la AIReF.
«Supone un riesgo»
Al mismo tiempo, el organismo independiente advierte de que la deuda se situaría en el 87,5% del PIB en 2031, frente al 76,8 % previsto por el Gobierno en el Plan Fiscal. «Las estimaciones de reducción de deuda planteadas por el Gobierno resultan muy favorables en comparación con las nuestras», afirma al respecto el organismo.
A la AIReF también le genera muchas dudas que la previsión del Gobierno deje el grueso de los ajustes en la segunda mitad del período, que correspondería con una nueva legislatura, precisamente cuando las estimaciones anticipan un frenazo de la economía, entre otros motivos, por el envejecimiento de la población. «Supone un riesgo. Todo lo que suponga un crecimiento del gasto del 2 % al final del periodo, que es además cuando se dejará notar el impacto del envejecimiento, lo complicará», ha advertido Cristina Herrero al respecto.
Como ya informó El Debate, el elemento clave de las nuevas reglas es el gasto computable (que excluye partidas como los intereses de la deuda o las inversiones con cargo a fondos europeos), y que quedará limitado a un aumento al 3,7 % en 2025, el 3,5 % en 2026, el 3,2 % en 2027, el 3 % en 2028, el 3 % en 2029, el 2,5 % en 2030 y el 2,4 % en 2031.
Este aumento equivale a un incremento del gasto computable del 3,4 % en el periodo 2025-2028 y del 3 % en el periodo 2025-2031, es decir, que permitirá gastar cada año 6.000 millones adicionales al promedio 2014-2018.
No obstante, la previsión publicada hoy por la AIReF estima que el crecimiento se desacelerará hasta el 2,3 % en 2025 y el 2 % en 2026. Posteriormente, seguirá cayendo hasta situarse en el 1,5 % en 2029.