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El barrio de Arganzuela en Madrid, en donde vive la comunidad de vecinos defraudada.

El barrio de Arganzuela en Madrid, en donde vive la comunidad de vecinos defraudada.

Ojo con el nuevo timo que se está extendiendo: así han estafado más de 14.000 euros a una comunidad de vecinos

Un cambio casi imperceptible en un correo electrónico provoca un daño probablemente irreversible

Cristina vive en una de comunidad de vecinos de Madrid a la que la planificación de unas obras le ha dado una sorpresa muy desagradable: el arquitecto envió una factura al administrador de la comunidad con un número de cuenta, pero el administrador recibió un minuto después otro correo con un número de cuenta diferente; mismo asunto descrito en el correo, mismo emisor, pero un número de cuenta diferente, que lógicamente no supo que no era el del arquitecto. Le envío los más de 14.000 euros correspondientes a la factura y la comunidad perdió ese dinero.

«El caso ya está denunciado. Ocurrió este verano, pero no tenemos ninguna novedad más allá de las cartas de los dos bancos, el que envió el dinero y el que lo recibió, desentendiéndose del tema», lamenta Cristina.

Una vez realizado el pago, la devolución se complica mucho. «He visto ambos correos. No sé dónde ha estado la estafa, si en la propia oficina del arquitecto, en la del administrador o en algún otro lugar. No se hacen cargo ni el seguro de los administradores de la propiedad ni el banco al que fue a parar la transferencia. Tampoco el banco que hizo el pago y no comprobó el nombre del beneficiario», explica Cristina. «ING se negó en todo momento a proporcionar ningún dato de la cuenta a la que fue a parar el dinero», añade.

«He accedido hace poco a la información. Ya tenemos poco que hacer, pero me gustaría hacerlo público para que no le pase a nadie más; al menos, que se tomen medidas: que los bancos se impliquen en comprobar el nombre del beneficiario y que, quienes gestionen las transferencias, siempre envíen comprobante de operación al beneficiario inmediatamente cuando sea un cargo alto. Si se hubiera hecho así, habríamos podido retroceder el pago», apunta.

La operación ha sido sin duda obra de especialistas: «Les han hecho un man in the middle: han interceptado al administrador y al arquitecto las comunicaciones, de tal forma que se intercepta el mensaje mientras se está enviando. Le pasó a un conocido el año pasado. Todavía no ha recuperado el dinero», indica Manuel Navarro, periodista tecnológico y director de Byte TI. «Es probable que esté infectado por un virus el ordenador del arquitecto o de quien recibió el mensaje», añade otro experto informático. «O la wifi. Y seguramente en el mensaje ponía la palabra factura», añade el primero.

Como se puede comprobar, hay que extremar la prudencia cuando se llevan a cabo operaciones de este tipo. La cooperación de los bancos es difícil, salvo que se mueva a través de abogados y por la vía penal.

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