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El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Deutsche Bank tampoco duda de que la economía americana irá mejor con Trump

Resaltan el crecimiento de la economía española en Europa, aunque lamentan la baja ejecución de los fondos Next Generation y los problemas de la vivienda

Los directivos de Deutsche Bank en España Rosa Duce y Alejandro Vidal han presentado el informe de perspectivas del banco para el año 2025, y ambos coinciden en que la economía estadounidense irá mejor el año que viene gracias al retorno a la presidencia de Donald Trump.

«La economía americana va a crecer», ha admitido Rosa Duce, que ha citado entre las razones de este crecimiento la continuación de las rebajas de impuestos anunciadas por el nuevo presidente, que prolongará en mayor medida de lo que habría hecho su oponente, Kamala Harris; el incremento del consumo y las barreras arancelarias, que «harán la vida más fácil a las empresas domésticas». Pero no solo eso.

Duce ha resaltado el importante cambio estructural que está produciendo la inteligencia artificial (IA) en la economía estadounidense: «Ya está calando, y está produciendo una mejora de productividad evidente». De cara al futuro estima que esta disrupción de la IA impactará especialmente en el sector tecnológico, el alimentario y el de la salud.

Duce remarca además otros factores que sumarán al crecimiento de EEUU, como su demografía favorable y el hecho de que el país sea desde hace seis años el principal productor mundial de petróleo y desde este año el primero en gas licuado.

Frente a esta tendencia creciente de Estados Unidos, Duce ha remarcado la «debilidad manifiesta de Europa», aunque depende de los países. Según sus datos, España cerrará 2024 con un aumento del PIB del 3 %, muy por encima del de Francia (1,2 %), Italia (0,4 %), Alemania (-0,1 %) y la media de la eurozona (0,7 %).

La locomotora de Europa, Alemania, se encuentra con «un sector industrial dañado», aunque «el consumo se mantiene». Según Duce, Alemania tiene un problema estructural, pues «su industria ha perdido mucha competitividad», y además «el consumo no acaba de tirar. Se mueve en niveles muy débiles». Espera que tras las elecciones lleven a cabo un impulso fiscal y la economía mejore.

Por lo que se refiere a Francia, la otra gran potencia europea, «es el otro gran problema. Hay una crisis de gobierno evidente y las elecciones no son hasta el verano. Si cae el gobierno, habrá uno de transición. Necesitan reducir el déficit. Se han puesto el objetivo de bajarlo al 5 % y de tener un crecimiento del 1,1 %, que a nosotros nos parece alto».

España sufrió mucho en la pandemia por su relación con el sector servicios, pero Duce resalta que la renta disponible familiar está mejorando, y que la subida de los salarios permite también que se incremente la tasa de ahorro.

Estiman que el empleo mejora sus números en buena medida gracias a la inmigración y que el sector turístico también ha crecido mucho porque «llegan más turistas y de más países, lo hacen durante todo el año y ha mejorado la calidad de nuestra oferta hotelera, con más hoteles de cuatro y cinco estrellas».

En el lado negativo, Duce destaca la lenta ejecución de los fondos Next Generation y, sobre todo, el problema de la falta de vivienda, el más importante ahora de nuestra economía. Aun así, resaltan que «el modelo de crecimiento de la economía española es más estable que el del año pasado», y destacan cuestiones como una mejora de la competitividad, el hecho de que nuestras exportaciones estén siendo de un mayor valor añadido y que el cambio de gobierno en Estados Unidos vaya a afectarnos menos que a Alemania o Italia, cuyas exportaciones están más vinculadas con aquel país.

China, con problemas

En Deutsche Bank destacan que Asia es el continente que más crece. India está registrando un crecimiento muy elevado y un gran dinamismo en los beneficios, pero China se enfrenta a grandes inconvenientes. «Tiene un gran problema con los aranceles. Estados Unidos va a subirlos otro 10 %, y aunque China ya no depende tanto de ellos, le va a impactar», explica Rosa Duce. «Se verá afectada por los aranceles que le imponen a ella y a los países en los que produce, como México», añade.

La directiva señala que «la demanda doméstica del país debería mejorar. Las últimas medidas de política fiscal fueron insuficientes. Hay un problema de confianza en las familias. Les cuesta dar el paso de comprar viviendas. Hay incertidumbre. La previsión de crecimiento es baja para China: un 4,3 %. En el exterior le dañarán los aranceles y el consumo está dañado».

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