El Gobierno coloca al frente de la CNMV a Carlos San Basilio, ex número dos de Calviño

El actual presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, termina su mandato el próximo lunes 16 de diciembre, y las quinielas para sucederle ya se habían disparado.

Hasta ahora la principal candidata en los círculos financieros era Montserrat Martínez Parera, que actualmente es la vicepresidenta de la entidad y que según señalaba esta mañana El Mundo se ha apartado de la carrera por motivos personales. Martínez lo tenía todo: es mujer y cercana al Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC), una corriente claramente infrarrepresentada en el Gobierno, a pesar de ser la que últimamente ha salvado los muebles al PSOE. Su cara más visible es el ministro de Industria, Jordi Hereu.

Sin embargo, el candidato finalmente presentado por el Consejo de Ministros ha sido Carlos San Basilio, ex secretario general del Tesoro y ex número 2 de Nadia Calviño en el Ministerio de Asuntos Económicos. Como vicepresidenta han propuesto a Paloma Marín, que había sido nombrada por José Luis Escrivá recientemente directora general de Relaciones Institucionales, Europeas y de Transparencia del Banco de España.

San Basilio es técnico comercial y economista del Estado y el actual director de Estrategia Corporativa del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), con sede en Londres. Allí coordina los proyectos estratégicos del Banco, entre los que se encuentran iniciativas como la ampliación de capital para apoyar a Ucrania o la expansión de actividades del BERD en el África Subsahariana.

Previamente (2017-2021) ha trabajado en el Tesoro Público, desempeñando puestos de secretario general y director general. Con ocasión de ello fue miembro del Consejo de Banco de España, CNMV y del Frob (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), así como el responsable de las relaciones de España con los bancos multilaterales.

San Basilio ha sido también director de Resolución del Frob, consejero Económico en la Representación de España en la Unión Europea y director general de COFIDES, entre otros.

Marín es jurista, con una amplia trayectoria de más de 25 años, y es la actual directora general de Relaciones Institucionales, Europeas y Transparencia del Banco de España.

Los últimos 20 años ha desarrollado su carrera en el Banco de España, en el ámbito de los asuntos europeos e internacionales, llegando a tener un papel destacado en el Consejo de Gobierno del Banco para asuntos no monetarios.

El marido de Ribera, pendiente de la nueva Comisión Nacional de la Energía

Además de renovar el presidente, la CNMV tendrá que acometer algunos cambios en su consejo: unos porque acaban su mandato y otros porque pueden salir a otros sitios.

Entre los que se encuentran en esta segunda situación está Mariano Bacigalupo, el marido de la exministra y exvicepresidenta Teresa Ribera. Bacigalupo salió de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en 2022 para recalar en la CNMV por un sueldo superior. En principio, su cargo de consejero dura hasta el año 2028, pero podría dejarlo antes si finalmente sale adelante la nueva Comisión Nacional de la Energía (CNE) y le nombran presidente. Es algo perfectamente posible, pues tiene conocimientos para ello (no se le conocen grandes conocimientos, sin embargo, para su puesto actual en la CNMV ni para el anterior en la CNMC).

Quien saldrá seguro será la consejera Dolores Beato, que termina este año su mandato. Si salen ella y Bacigalupo, lo más probable es que sean sustituidos por candidatos propuestos por el PSOE. No hay ningún asomo de consenso con el PP, ni para renovar los cargos de la CNMV ni los de la CNMC.

Con este núcleo duro del PSOE, la entidad reguladora del mercado financiero español tendrá que afrontar retos como el de la oferta de compra del Banco Sabadell por parte de BBVA o la evolución de Grifols, entre otras cuestiones.

Los cambios, previsiblemente a final de año y mandados por el PSOE

Según diversas fuentes, la renovación de los consejos de la CNMC y la CNMV apunta a las dos semanas finales del año y será protagonizada por el Gobierno, salvo sorpresa mayúscula, de acuerdo con la oposición.

En el caso de la CNMC hay nada menos que cuatro asientos por renovar: dos en la sala de Competencia, que tiene que decidir sobre la oferta de compra de BBVA sobre Sabadell, entre otras cosas, y otros dos en la de Regulación.

Los consejeros cuyo mandato terminaba en principio este año en la sala de Competencia son Bernardo Lorenzo, nombrado a propuesta del PSOE, y Xabier Ormaetxea, del PNV. Si finalmente se crea la CNE, diversas fuentes consideran muy probable que el PNV renuncie a su sillón en la CNMC para cambiarlo por la vicepresidencia del futuro regulador energético. Le interesa más, ya que Iberdrola tiene su sede social en el País Vasco y Petronor, filial de Repsol, es la principal contribuyente a la Hacienda Foral de Vizcaya.

Con ello cuadraría todo, pues el número de sillones en el consejo de la CNMC se reduciría probablemente de ocho a seis si se crea la CNE. Los cuatro cesantes este año serían sustituidos casi con toda probabilidad por candidatos del PSOE, y todo apuntaba a que los dos que acaban en 2026 (Pilar Sánchez y María Jesús Martín) no serían renovados. También se ha dicho en algún momento que María Jesús Martín, que fue directora de Energía en la CNMC y es una gran profesional, podría ser la nueva presidenta de la CNE.

De momento lo que ha decidido el organismo es rotar las consejeras Pilar Sánchez, que pasa a Competencia, y María Jesús Martín, que pasa a la Sala de Supervisión Regulatoria. De este modo, a partir del próximo 1 de enero de 2025, la composición de la sala de Competencia estará formada por Bernardo Lorenzo, Xabier Ormaetxea y Pilar Sánchez, y estará presidida por Cani Fernández, la presidenta de la CNMC. La sala de Supervisión Regulatoria estará conformada por Josep Maria Salas, Carlos Aguilar y María Jesús Martín. La presidencia corresponderá transitoriamente al consejero con mayor antigüedad en la sala, que a la fecha del presente acuerdo es Josep Maria Salas.

La presidenta de la CNMC, Cani Fernández, que tiene una gran fama de independencia y rigor profesional, concluye mandato en 2026, y en la actualidad no hay vicepresidente de la entidad, un puesto que también podría utilizar Sánchez.