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Los economistas madrileños prevén un colapso sistémico por el cupo catalán: «Cataluña tiene síndrome del hijo pródigo»
Un informe del Colegio de Economistas de Madrid anticipa serias dificultades para que el Estado pueda financiar su deuda pública si se materializa el pacto entre PSOE y los independentistas catalanes
El cupo catalán abre la puerta a un vaciamiento del Estado. Es la gran conclusión de un demoledor informe elaborado por el Colegio de Economistas de Madrid, que anticipa que otras autonomías exigirán un tratamiento fiscal idéntico al de la Generalitat si finalmente prosperan la cesión de impuestos arrancada por Junts y ERC a Pedro Sánchez a cambio de su propia investidura y de la de Salvador Illa.
Supone, en palabras de Amelia Pérez Zabaleta, decana de los economistas madrileños, «el mayor reto que hemos afrontado como país desde la Transición». Y es que, como recalca el documento, de 182 páginas, los acuerdos rubricados por el PSOE supondrán extender el modelo de traspaso recaudatorio del 8 % del PIB actual (País Vasco y Navarra) a cerca del 30 %. Todo ello otorgando a Cataluña «libertad plena, sin sometimiento alguno al Estado», como ha afirmado en rueda de prensa Jesús Quintas Bermúdez, presidente de la Comisión de Fiscalidad y responsable del informe.
«Las divergencias con respecto al régimen común serían previsiblemente significativas», apuntan los economistas madrileños. Consideran que, de facto, es imposible conceder este régimen a Cataluña sin detraer recursos a otras comunidades autónomas y al Estado, lo que de facto supondría la quiebra del sistema si otras autonomías planteasen y obtuviesen también sus respectivos acuerdos fiscales.
«Preocupantes precedentes»
«El Estado se viene financiando a través de los tributos y de endeudamiento. Si transfiere sus competencias y los tributos, su estado patrimonial quedaría reducido al endeudamiento, por lo que Cataluña debería asumir la parte de la Deuda Pública del Estado en la parte correspondiente a las competencias, con sus medios y recursos transferidos», advierte el documento.
Pese a ello, subrayan, «no se hace referencia al endeudamiento de Cataluña con el Estado, que a 31 de diciembre de 2023 asciende a casi 90.000 millones de euros y que supone en torno a un 30% del total de las CC.AA. Lógicamente, resultaría imprescindible establecer un plan de amortización de esta deuda».
Los economistas madrileños insisten además en que los cupos vigentes actualmente en País Vasco y Navarra, contenidos en las leyes de Concierto y Convenio, respectivamente, «han conducido a liquidaciones con saldo negativo para el Estado, sentando preocupantes precedentes» con respecto a Cataluña. Y ponen en relieve que no existe en ningún país del mundo en el que se hayan transferido a las regiones todos los tributos, ni siquiera Alemania, Canadá, Estados Unidos o Suiza.
«La comparación no puede considerarse válida por no haberse aplicado criterios homogéneos conscientemente», afirman al respecto. En estos cuatro países, añaden, existe un IRPF y un Impuesto sobre Sociedades en el nivel superior, con normativa y recaudación propias, «sin que en ningún caso ese nivel superior ceda o transfiera el 100% de la recaudación a los otros niveles».
Resaltan además otro de los puntos del Acuerdo de Investidura de Pedro Sánchez de difícil interpretación. Es el referido al establecimiento de un Consorcio «para hacer frente al déficit de inversiones en Cataluña y la baja ejecución de las inversiones previstas», según afirma. «La cuestión es de dónde puede sacar un Estado desprovisto de capacidad recaudatoria recursos para afrontar ese coste», responden desde el Colegio de Economistas.
Los economistas madrileños comparan la situación económica de Cataluña con la de la Comunidad de Madrid. Dos regiones con un PIB similar (255.154 millones frente a 261.713) y población, pero cantidades mucho mayores de transferencias estatales a favor de la primera, que la llevaron a registrar, en 2023, una financiación de 33.579 millones de euros frente a los 23.964 de Madrid.
«Cataluña no puede considerarse infrafinanciada, sino suprafinanciada», afirman los economistas madrileños, que consideran que los independentistas «sufren un episodio de síndrome de hijo pródigo, con el añadido de que éste, en lugar de asumir su responsabilidad en el incremento de déficit, regresa para pedir de nuevo una parte adicional del patrimonio familiar, a costa de su padre y hermanos».
