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Una limpiadora, durante la pandemia del coronavirus.

Una limpiadora, durante la pandemia del coronavirus.EP

La afiliación del campo y las empleadas del hogar relajan la euforia de la Seguridad Social

Estos dos sectores siguen en caída libre, aunque por motivos muy distintos

España cerró 2024 con un récord de afiliación de 21,3 millones de personas, el mejor diciembre que se recuerda. Sin embargo, dos regímenes de la Seguridad Social, el Agrario y el de Empleados del Hogar, se siguen resistiendo a esta tendencia positiva y no dejan de caer, aunque por motivos bien distintos.

El sector agrario registró el pasado mes una media de 691.606 personas, un 14,8 % menos que en diciembre de 2018. El sector ha protagonizado varias movilizaciones en los últimos años exigiendo medidas para solucionar los problemas en el campo y no fue hasta abril de 2024 cuando firmaron un acuerdo con el ministro Luis Planas.

Desde Cepyme llevan tiempo denunciando que las continuadas alzas del salario mínimo interprofesional están lastrando la afiliación en el Régimen Especial Agrario, algo que desde Trabajo desmienten categóricamente, que justifican esa caída a «conductas lamentables» de cierta parte del sector.

En el caso de las empleadas del hogar, el descenso se lleva observando ya desde 2015, aunque el interés mostrado por el Ministerio que dirige Yolanda Díaz por este colectivo ha sido radicalmente distinto.

Trabajo estableció en una reforma de 2022 la obligatoriedad de la cotización para estos trabajadores, así como un real decreto en materia de prevención de riesgos laborales. Sin embargo, estas medidas no han tenido efecto en la afiliación, que en diciembre estableció un nuevo mínimo histórico en 353.959 personas, un 13,8 % menos que el mismo mes de 2018.

Estos datos contrastan con los que ofrece el INE trimestralmente en la Encuesta de Población Activa, donde se dan diferentes picos de ocupación muy alejados de las cifras de afiliación que facilita la Seguridad Social. Además, este Ministerio publica relaciones en alta y es común que los trabajadores de este colectivo acumulen varias a la vez, por lo que el diferencial puede ser mucho mayor.

Los expertos sospechan que indica el total de personas en situación irregular. «Cuando hay campañas de información y divulgación sobre la importancia de estar dado de alta, se producen repuntes en la afiliación. Pero cuando no hay actividad, hay una tendencia descendente y eso es economía sumergida», explica Carlos Bravo, secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CC. OO.

Estas diferencias, de hecho, prácticamente desaparecieron en el segundo trimestre de 2020, cuando los datos de afiliación y de trabajadores de la EPA fueron de apenas 4.700 personas.

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