Curiosidad
Así es el Range Rover comunista, el coche más duro que existe en el mundo que lleva 50 años a la venta
Si alguien se hubiera atrevido a llamarle SUV en los años 70 le habrían enviado directo a Siberia, un coche de verdad que funciona hasta con vodka
Corrían los años 70 cuando el Gobierno comunista ruso del dictador Brézhnev se puso en contacto con el fabricante soviético AutoVAZ para la producción de un todoterreno rural que permitiera además un uso militar.
Tras varios prototipos que no convencieron al Politburó ruso de la época, el Gobierno dio un giro por completo al proyecto con la colaboración de la marca Fiat, que desde los años 60 trabajaba con los soviéticos e incluso les había vendido la licencia del Fiat 124 y de su motor gasolina 1.6, convirtiéndolo en el modelo más popular de Rusia.
Con alma de Fiat
Brézhnev buscaba un vehículo extremadamente duro y funcional que pudiera funcionar en los lugares más remotos de la por entonces extensísima URSS, lo que llevó a los ingenieros a incorporar un sistema de arranque por manivela como los coches de los años 20 y 30 para poder ponerlo en funcionamiento hasta en Siberia.
Así, en 1976 comenzó la fabricación en serie del que pronto fue apodado como el tanque ruso o el Range Rover del pueblo, un vehículo tan duro y sofisticado en materia de transmisión que 50 años después aún sigue en funcionamiento y todavía se fabrica en Rusia.
Aún se fabrica
La pena es que la guerra con Ucrania y el embargo occidental impide que se vendan unidades nuevas fuera de las fronteras de Rusia.
El Niva vio la luz con el citado motor Fiat de 70 caballos, que apenas ha cambiado hasta ahora, salvo por la introducción de una culata de inyección en los años 70.
Se trata de un propulsor de gasolina con 80 caballos hoy, 70 entonces, que le permite alcanzar una velocidad máxima de 140 kilómetros/hora con un consumo medio que ronda los 11 litros a los 100 kilómetros reales.
Durante estos años ha ido refinándose y adoptándose a la normativa europea en materia de seguridad al incorporar airbags o ABS, aunque actualmente no dispone de ayudas a la conducción ADAS, por lo que independientemente de la guerra no podría venderse en Europa.
Está disponible en carrocería de 3 y 5 puertas y desde su lanzamiento cuenta con un sistema de tracción integral permanente 4X4 con tres diferenciales y bloqueo central, lo que unido a su peso contenido lo convertía en una verdadera lagartija en el campo, capaz de pasar por donde no podían vehículos con nombres míticos en el todoterreno.
Una lagartija del campo
Una verdadera joya del automóvil muy cotizada en el mercado de segunda mano, pues pueden encontrarse unidades de los años 90 con un precio entre 4.000 y 5.000 euros, una verdadera pasada.
Dicen las malas lenguas que el motor de este coche funcionaba hasta con vodka en el depósito, algo que no hemos probado, lo que sí sabemos es que puede permanecer meses parado y vuelve a arrancar con la tosquedad del primer día al girar la llave.