Deportivos de lujo
La Policía muestra los cochazos de una organización mafiosa que no usaba armas: «Ni en un museo»
Según dijeron miembros del operativo es complicado ver juntos a tantos deportivos de estas características, parece la colección de un millonario
Más de 300.000 euros en billetes, decenas de casas valoradas más allá de los 11 millones de euros, joyas y relojes de lujo y deportivos de altísimas prestaciones formaban parte del botín del que se incautado la Policía Nacional junto a agentes de la Agencia Tributaria durante un operativo en España.
Se trata de una organización mafiosa compuesta por más de 30 personas entre Alemania y España dedicada al fraude fiscal del IVA en el comercio intracomunitario, el cabecilla de la organización reside en Alemania, desde donde daba órdenes al resto de la organización.
Muy sencillo pero ilegal
Sólo en España se calcula que el fraude fiscal ronda los 17 millones de euros, una organización con ramificaciones en una docena de provincias: León, Córdoba, Jaén, Granada, Almería, Murcia, Valencia, Alicante, Madrid, Barcelona…
La investigación y los registros han sido desarrollados simultáneamente en España y Alemania, donde se ha registrado tanto el domicilio del propietario como un concesionario garaje dedicado a la compra venta de automóviles.
La clave está en los automóviles
La organización disponía también de redes financieras en Alemania, Portugal o Lituania, donde se dedicaban a blanquear parte del dinero.
Si nos ceñimos en su garaje, la Policía se ha encontrado con deportivos muy exclusivos, en concreto un Porsche 911 Dakar Rothmans, una serie limitada a 2.500 unidades con una decoración inspirada en el mítico 959 del Dakar, un vehículo que cuesta unos 280.000 euros.
Un Porsche 911 GT3 RS con preparación de carreras, un deportivo extremo que supera los 300 kilómetros/hora con 570 caballos y que cuesta 230.000 euros.
Después de estos el vídeo nos permite ver un Mercedes SLS AMG de 230.000 euros y 570 caballos y un Audi RS6 de 270.000 euros y 630 caballos.
Por último las dos piezas más valiosas de la colección: un Ferrari 296 Spider de 830 caballos que supera los 330 kilómetros/hora con una aceleración de 0 a 100 km/h de 2,9 segundos que cuesta 400.000 euros y un Ferrari Roma de 620 caballos que supera los 320 km/h con un 0-100 kilómetros hora de 3,4 segundos y que cuesta 300.000 euros.
Una colección de ensueño que la organización comercializaba en España a través de empresas mampara a nombre de delincuentes de poca monta que acudían a ellos solicitando protección, lo que le daban a cambio de aparecer en los papeles.
En el caso de los coches el secreto consistía en no ajustar cuentas con la hacienda española y no pagar el IVA tras la venta de los vehículos a los particulares, lo que les permitía venderlos mucho más baratos e incrementar sus beneficios. Un entramado financiero delictivo en el que no eran necesarias las armas.