El caos ferroviario se cobra el octavo alto cargo en Transportes, Renfe y Adif en cuatro años
Desde 2021 se han sucedido dos presidentes de Renfe –el tercero será nombrado en pocos días–, cuatro de Adif y cuatro secretarios de Estado
El todavía presidente de Renfe, Raül Blanco. abandonará el operador público el próximo 14 de enero. Entonces se convertirá en el octavo alto cargo de Transportes, Renfe y Adif en cesar o dimitir desde enero de 2021. En cuatro años han sido nombrados dos presidentes de Renfe –el tercero será designado previsiblemente en el Consejo de Ministros de la próxima semana–, cuatro de Adif y cuatro secretarios de Estado de Transportes.
Blanco sustituyó a Isaías Taboas en febrero de 2023, después de que éste se viera forzado a dimitir por la polémica de las dimensiones de los trenes para Cantabria y Asturias. Junto a Taboas –repescado por Salvador Illa para dirigir las infraestructuras catalanas–, el escándalo se llevó por delante también a la entonces secretaria de Estado de Transportes y anterior presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera.
Pardo de Vera fue sustituida en el administrador de infraestructuras ferroviarias por María Luisa Domínguez, relevada a su vez en diciembre de 2023 por Ángel Contreras, coincidiendo con el aterrizaje de Óscar Puente en el ministerio de Transportes. El nombramiento de Contreras, no obstante, fue efímero: el propio Puente lo destituyó nueve meses después, tras aparecer su nombre en el sumario del caso Koldo, pese a que Transportes negó que el cese se debiera a este motivo. Le sustituyó Luis Pedro Marco de la Peña, anterior viceconsejero de Infraestructuras y Transportes del Gobierno del País Vasco.
Los relevos también se han sucedido en los últimos años en la secretaría de Estado de Transportes. La propia Pardo de Vera sustituyó a Pedro Saura, que hoy afronta sus propios problemas como presidente de Correos. Y fue sustituida a su vez por David Lucas en 2023, pocos meses antes de que la reorganización del Gobierno le sacara del ministerio con destino a Vivienda. Desde entonces el testigo está en manos de otro socialista procedente del País Vasco, José Antonio Santano, ex alcalde de Irún.
Según adelantó Expansión, Puente ultima situar como sustituto al actual Secretario general de Movilidad Sostenible, Álvaro Fernández Heredia. Fernández Heredia fue concejal de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital, director ejecutivo de la EMT durante la alcaldía de Manuela Carmena y gerente de AUVASA (Autobuses de Valladolid) cuando Puente aún era alcalde de la ciudad castellana.
La llegada de Blanco al operador ferroviario coincidió con el despegue de la competencia privada, que ha metido una gran presión al operador público, afectado en los últimos meses por un aluvión de retrasos e incidencias de los que ha culpado en gran medida a Talgo, uno de sus principales proveedores. El último episodio se produjo hace apenas una semana, cuando una avería informática en los trenes Avril afectó a 28 circulaciones y alteró los desplazamientos de miles de viajeros en Año Nuevo.
Fue el remate de un año en el que se sucedieron las escenas de viajeros esperando amontonados en las estaciones, en particular en la madrileña de Chamartín, en plenas obras de ampliación y renovación, pero también en Atocha o Sants, en Barcelona. El colofón, sin embargo, se vivió en octubre, cuando un intento de suicidio y el descarrilamiento de un tren entre Chamartín y Puerta de Atocha obligaron a interrumpir numerosos trayectos, afectando también a los viajes a Valencia o Murcia. El caos también se extendió sobre los núcleos de Cercanías, con 1.014 incidencias en Madrid a lo largo de 2024, según el Consorcio Regional de Transportes (CRTM), el doble que en 2021
Compromiso de puntualidad
La situación ha salpicado al propio Puente, reprobado tanto en el Congreso como en el Senado. Y llevó a Renfe a reformular, en junio, su compromiso de puntualidad. Si antes devolvía el 50 % del precio del billete si el tren llegaba 15 minutos tarde, y el 100 % si el retraso superaba los 30 minutos; desde el día 1 de junio es necesario que el tren se demore una hora para que se reintegre el 50 % del precio del billete; y hora y media para la devolución del 100 %.
Para compensar este cambio, la operadora ideó un mejor retorno a través del sistema de puntos «Renfecitos», de hasta el 200 % del importe del billete para quién prefiera optar por los puntos del programa de fidelización. Según El Economista, la modificación de esta política ha permitido a Renfe recortar a la mitad en 2024 el dinero destinado a compensaciones, que alcanzó los 42 millones de euros en 2023. Cabe recordar que, durante la etapa de Blanco –a cuya salida evitó referirse Puente a lo largo del martes– Renfe redujo sus pérdidas un un 83 %, de 123,4 millones a 20, y ha incrementado su Ebitda un 28 %, hasta 450 millones.