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El rey es recibido por el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu (2d), el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (3d) y el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos (2i), a su llegada a la inauguración de la XV edición del Spain Investors Day, este miércoles en Madrid. EFE/Chema Moya

El Rey Felipe VI con Jordi Hereu, José Luis Martínez Almeida, Luis de Guindos y Benito Berceruelo.Chema Moya/EFE

Spain Investors Day  Madrid saca pecho ante los inversores y el Gobierno tras atraer el 65 % de la inversión en España

El Rey Felipe VI, los ministros Jordi Hereu y Sara Aagesen, el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y los directivos Luis Gallego (IAG), José Bogas (Endesa) y Luis Megías (consejero delegado en España de BlackRock, fondo con presencia en más de la mitad de las empresas cotizadas en España) son algunos de los que hablaron ayer en la apertura del Spain Investors Day, evento de referencia en España para los inversores extranjeros. Acudieron 200 inversores y hubo 450 asistentes.

Entre los ponentes hubo en general optimismo sobre la inversión extranjera en España y ánimos a los asistentes para que sigan incrementándola.

Sin duda, uno de los más optimistas fue el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida. Destacó el hecho de que más del 65 % de la inversión extranjera que llega a España lo haga en Madrid. Aseguró que se debe a la certidumbre jurídica que se da a los inversores, la confianza en la colaboración público-privada y la competitividad fiscal (los impuestos bajos). Afirmó que la ciudad se encuentra en «el mejor momento de su historia reciente» y señaló su objetivo de consolidarla como una de las grandes capitales del mundo. Considera que tiene un entorno privilegiado para la inversión.

El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, se mostró satisfecho con el encarrilamiento de la inflación hacia el objetivo del 2 %, pero remarcó que ahora los problemas son otros: «Los riesgos macroeconómicos han pasado de estar relacionados con la inflación a estarlo con el bajo crecimiento. La incertidumbre ahora es mayor por las potenciales fricciones sobre el comercio global (los aranceles de Trump), la fragmentación macroeconómica, las tensiones geopolíticas y las preocupaciones por la política fiscal en la zona euro. Es imperativo trabajar para resolver estos problemas que ocurren en el mundo».

Además De Guindos incidió en que las perspectivas para la economía de la zona del euro siguen siendo débiles y sujetas a una «incertidumbre significativa». El PIB creció por encima de las expectativas en el tercer trimestre de 2024, pero «la información más reciente sugiere que la economía está perdiendo impulso. Las encuestas indican que la industria manufacturera todavía se está contrayendo y el crecimiento de los servicios se está desacelerando. Los precios de la energía, que aún son altos, los costes regulatorios y los efectos rezagados del anterior endurecimiento de la política monetaria continúan haciendo mella. Las empresas están frenando sus inversiones y las exportaciones siguen siendo débiles. Algunas industrias europeas luchan por seguir siendo competitivas».

Los dueños de la Bolsa española avisan sobre la regulación

De Guindos alerta de la incertidumbre global, que puede afectar a la inversión en España, y otros avisan de los peligros para la inversión de un intervencionismo desmesurado por parte del Gobierno. El más claro fue Bjorn Sibbern, consejero delegado de SIX, dueño de la Bolsa española: «Debemos trabajar con los reguladores para que la legislación siga permitiendo que sea interesante que estemos aquí en lugar de en otros mercados, como por ejemplo el Reino Unido». Multinacionales como la suya pueden decidir irse a otro lugar si las leyes le perjudican. Lo mismo puede ocurrir con negocios de otro tipo. «La regulación es una carga en Europa. Estoy de acuerdo con la idea de desregular. Debemos aprender de Estados Unidos», añadía.

Ante un entorno económico incierto como el que describe De Guindos, el Gobierno ha impuesto medidas que entorpecen a quienes quieren invertir dinero en nuestro país, y directivos como el dueño de la Bolsa avisan de las repercusiones que eso puede tener.

En medio de este panorama, la nueva ministra de Transición Energética, Sara Aagesen, prefiere hacer caso omiso del retorno o la apuesta por la energía nuclear que pone en práctica un número creciente de países.

Aagesen tiene un mensaje idéntico al de su predecesora en el cargo, Teresa Ribera, tanto en el fondo como en la forma, y está firmemente convencida de la capacidad transformadora y de la rentabilidad de la agenda verde, a pesar del distanciamiento que está provocando respecto a la economía estadounidense y china, entre otras, y por encima de la seguridad de suministro que proporciona la nuclear.

Al menos por parte del Gobierno ha habido algún otro mensaje más sensato, en este caso por parte de Manuel de la Rocha, director de la Oficina Económica de Moncloa. Comentaba que el 70 % de crecimiento de la productividad en Estados Unidos ha venido de la mano de la tecnología, y que España debería centrarse en ella. Habrá que ver si son capaces de pasar de las ideas a las obras.

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