Así nos ha penalizado la entrada del euro: los precios han subido un 67,6 %
Está claro que la entrada del euro ha tenido muchos efectos positivos para nuestro país, al igual que lo tuvo la entrada en la Unión Europea
Cuando se publique este artículo acabaremos de conocer la subida de precios del mes de enero, a la que habrá que añadir otro mes a la tragedia que está suponiendo para los españoles la cesta de la compra. Existen una serie de productos que el Instituto Nacional de Estadística lleva controlando los precios desde la entrada del euro, el 1 de enero del 2002, momento histórico para todos los españoles, pues abandonábamos la peseta, para empezar a vivir con una nueva moneda.
Habíamos hecho una transición desde enero de 1999 muy complicada para las empresas, porque desde esa fecha todos los libros contables y sus apuntes se tenían que mantener en dos monedas la peseta y el euro, lo cual para muchas pequeñas y medianas empresas supuso un cambio muy sustancial en sus sistemas, tanto de facturación como de contabilidad y fue un proceso de duro aprendizaje, que aunque necesario no por ello menos costoso.
De estos 54 lo que he hecho ha sido calcular su incremento desde enero de 2002 hasta diciembre de 2024 y los he clasificado por orden de mayor crecimiento y, posteriormente, he dejado aquellos que creo que forman parte de nuestra vida cotidiana, así que me he quedado con productos, como el aceite de oliva, las patatas, las frutas frescas, los huevos, las legumbres, las hortalizas, la carne de vacuno, el pan el arroz, las pastas, el queso y el azúcar.
A todos ellos he añadido, por su importancia, los seguros privados relacionados con la salud, las comisiones bancarias, el suministro del agua, la electricidad, el alquiler de vivienda y los medicamentos y ahora les voy a enseñar que es lo que ha pasado con estos productos.
Así que abróchense los cinturones, que despegamos en un avión supersónico hacia la inflación, porque algunos productos de nuestro día a día se han puesto por las nubes, parte de ellos yo creo que todos nos lo imaginábamos y lo teníamos en la cabeza, pero muchos otros ni se nos pasaba por la imaginación que pudiesen haber crecido tanto desde enero del 2002, hace tan solo 23 años.
El Índice General de Precios (IPC) ha crecido en estos 23 años un 67,6 %, que es lo mismo que decir que los precios se han multiplicado por 1,7 veces en este período de tiempo.
El producto que más creció ha sido el aceite de oliva, que aunque esté empezando a bajar ha tenido un incremento del 231 %, lo que es lo mismo que el litro se ha multiplicado por 3,3, o eso es lo que dice el INE de Elena Manzanera.
El segundo producto que más ha crecido es el de los seguros privados relacionados con la salud que lo han hecho un 214 %.
Ahora ya pasamos a productos más cotidianos, como son las patatas, que forman parte del día a día de todos los españoles, y el kilo de patatas ha crecido un 163 %, las frutas que es uno de los alimentos más claros de la dieta mediterránea, han subido un 161 %, los huevos que nos gusta tanto comer fritos con aceite de oliva y con patatas fritas ha subido de precios un 137 %.
Las legumbres, nuestro cocido o nuestras alubias con chorizo, a las fabes asturianas o nuestras lentejitas, pues el precio de estos productos de media ha subido un 125 %, o si quieren el kilo se ha multiplicado por 2,3.
La carne de vaca, que odiaba tanto el anterior ministro de consumo, ha subido un 108 %, el pan y el arroz un 93 % y un 91 %.
Pero ahora quiero también llamar la atención sobre otros productos que forman parte de nuestro día, por ejemplo, la enseñanza superior que ha subido un 116 %, las comisiones bancarias que pagamos todos los días, incluso por ingresar dinero y luego querer sacarlo, han subido un 90 %, el agua que utilizamos para lavarnos las manos y ducharnos, un 87 %, o la luz, un 85 %, o el alquiler de la vivienda, que dicen ha subido un 53,6 %.
Solo he encontrado un producto importante que dicen que ha bajado, que son los productos farmacéuticos, que lo ha hecho un 3,8 %.
Está claro que la entrada del euro ha tenido muchos efectos positivos para nuestro país, al igual que lo tuvo la entrada en la Unión Europea, pero creo que al menos en muchos de los productos que conforman nuestra vida cotidiana, como son los alimentos que he comentado, el euro y la Unión Europea nos han penalizado de forma sustancial.