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PODCASTEl Debate de la Economía

«La tributación del salario mínimo demuestra la mentira histórica del socialismo: que ellos solo persiguen a los ricos»

Dialogamos con Carlos Rodríguez Braun y José Ramón Pin Arboledas sobre las recientes medidas económicas del Gobierno y sobre Trump, «que cumple lo que dice» y está demostrando «ser un pacifista práctico»

la semana ha sido pródiga en noticias económicas que no dejan a nadie indiferente, como el hecho de que casi 900.000 autónomos tengan que pagar una cantidad adicional por haber cotizado erróneamente en 2023, o que el salario mínimo vaya a tener que tributar.

Para el catedrático Carlos Rodríguez Braun, esta última ha sido la noticia más reveladora de los últimos días: «Es llamativo que el Partido Socialista se avenga a presentarse como lo que es: un partido que hostiga al trabajador; ¿pero cómo lo hacen de una manera tan descarada?», se pregunta en nuestro pódcast, que puede oírse pulsando bajo el titular. «La tributación del salario mínimo es demostrar, poner a la luz pública, la mentira histórica del socialismo, que consiste en decir que ellos solo persiguen a los ricos, y solo a ellos le suben los impuestos. Pues de pronto los suben a los pobres», añade.

Le ha sorprendido tanto que piensa que la medida solo puede evolucionar de dos modos: que sea mentira, y que más adelante negocien con sus socios anular esta tributación; o que se enmarque en un discurso de arrimar todos el hombro, y que si el salario mínimo sube 700 euros al año, Hacienda se quede con 300 euros y el perceptor con 400 euros, y que «menos da una piedra».

Concluya como concluya, el hecho es «el Gobierno está esquilmando a la clase media y trabajadora», como comenta José Ramón Pin Arboledas, y que por desgracia no deflactar el IRPF (como no ha querido hacer el Gobierno) implica que el salario sube de tramo, y en vez de pagar el 19 % o el 24 %, abona el 30 % de su sueldo.

Mientras en España ocurren estas cosas, en Europa Sánchez propone subir un 2 % el gasto anual sobre el PIB, algo que a Rodríguez Braun le parece alucinante: «Todo el gasto público se paga. Estamos ante una especie de gran ola de demagogia en la que se habla de aumentar el Presupuesto como si fuera a pagarlo otro. Tengamos un poco en cuenta al pobre contribuyente español y europeo, que están bastante saqueados, y no los sableemos más».

En medio de este panorama, Trump sigue avanzando con su política de normalización comercial negociada a partir de la amenaza de los aranceles y una pacificación de los conflictos de Ucrania y Oriente Próximo que desde luego se notará en la economía global: «A veces no se le toma en serio, pero a mí me da la sensación de que Trump cumple lo que dice. Hay cuestiones más criticables, como los aranceles o la política monetaria expansiva que demanda, pero en geopolítica mundial está demostrando ser un pacifista práctico. Es un gran logro que consiga dar pasos en la paz en la guerra de Ucrania», apunta Rodríguez Braun.

Los contertulios coinciden en que Europa se está quedando estancada y en su papel cada vez más marginal en el mundo. «El problema de Europa es que parte de sus políticas son socialdemócratas, y la socialdemocracia europea no es que sea mala, es que está totalmente obsoleta. Trump se lo va a demostrar», apunta Pin Arboledas.

Volviendo a la clave interna, Rodríguez Braun y Pin Arboledas comentan el aparente veto del Gobierno conocido ayer a la oferta de la empresa polaca Pesa sobre Talgo: «La SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) se ha convertido en una institución para colocar a los amigos en distintos sillones de distintos lugares», afirma Pin Arboledas. Lo ocurrido con Talgo «es una nueva instancia de los peligros que comporta el que los políticos se metan a regular e intervenir en operaciones empresariales. Se distorsiona completamente la negociación empresarial, y estamos al albur de los intereses de nuestros gobernantes. Les gusta decir que coinciden con el interés general, pero tengo serias dudas de que sea así», añade Rodríguez Braun.

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