De Indra a Telefónica: incógnitas y promesas en torno a dos empresas clave para el futuro de España

Los nuevos presidentes de Telefónica e Indra, Marc Murtra y Ángel Escribano, han presentado esta semana por primera vez los resultados anuales de las compañías en las que estrenan cargo, y han trasladado la sensación de que las cosas van a cambiar mucho en estas dos empresas clave para España.

Murtra piensa que Telefónica debe reorientar su modelo de negocio en un sector como el de las telecomunicaciones, muy maduro y competitivo. Necesita un complemento que dé más valor a la empresa para levantar una acción que lleva tiempo por los suelos, y nadie duda de que para él ese complemento sería absorber Indra.

Como contamos en este periódico desde hace un año, ese es el plan previsto, pero habrá que ver si el Gobierno le deja llevarlo a cabo. Las sinergias entre las telecomunicaciones y tecnología de Telefónica y el ámbito militar y de defensa en el que trabaja Indra son evidentes. Lo esperable es que se constituya un gran gigante de defensa, comunicaciones, ciberseguridad e inteligencia artificial en el que Telefónica mande en su ámbito e Indra en el suyo, pero el que decide es el Gobierno, que es quien manda en la teleco.

La última en desembarcar en Telefónica procedente del Gobierno viene del gabinete de Óscar López

La otra opción es que Indra se desprenda de Minsait para hacer caja (su venta está valorada alrededor de los 1.500 millones) y que la compre Telefónica, pero no le aportaría un gran valor sustancial. Trabajan en el mismo campo: el de las tecnologías de la información. Incorporar el área de defensa sí sería un auténtico valor añadido para Telefónica.

Tanto Marc Murtra como Ángel Escribano niegan que estas posibilidades estén encima de la mesa. El presidente de Telefónica lo dice con bastante claridad, aunque a renglón seguido añadía en la presentación de resultados de este jueves que todo en la compañía se está sometiendo a revisión (la compañía presentará un nuevo plan estratégico en la segunda mitad del año) y que se hará lo que decida el consejo de administración. Es decir: si algo no estaba sobre la mesa, en un momento lo está y el consejo de administración lo aprueba, se hace (por ejemplo, absorber Indra).

Mientras todo esto ocurre, Murtra va remodelando el equipo directivo y los países en donde trabaja Telefónica. Ayer conocimos que ha nombrado como su número 2 a Emilio Gayo, un profesional brillante que hasta ahora era presidente de Telefónica de España, que ha cerrado 2024 como el mejor de su historia en el negocio móvil. Gayo ha desarrollado toda su carrera en Telefónica a la sombra del anterior presidente de Telefónica de España, Luis Miguel Gilpérez. Ha capitaneado la expansión por Europa e Iberoamérica, en donde ha disparado el negocio móvil, ha transformado Telefónica de España y es un experto en operaciones de primera línea.

Gayo es sustituido como presidente de Telefónica España por Borja Ochoa, que hasta ahora era director general de Defensa de Indra. Todo apunta a que el acercamiento de Telefónica hacia la defensa e Indra va cobrando forma.

Murtra se ha traído además al consejo de administración de Telefónica a Ana María Sala, con quien coincidió en el consejo de Indra y que es una persona de su confianza.

El presidente va formando su equipo, como es lógico, pero al margen de que él sea cercano al PSC (Partido de los Socialistas Catalanes), el PSOE también le va colocando más gente. Una de las últimas en llegar ha sido Agustina Piedrabuena, que ha caído este mes en el departamento de Relaciones Institucionales procedente del gabinete de Óscar López. Se suma al equipo de peso que ya tiene el Gobierno dentro de Telefónica, en el que destacan desde hace años Javier de Paz, miembro del consejo de administración colocado por Zapatero, y Carlos Ocaña, economista autor de un libro sobre la tesis de Pedro Sánchez, que tras un año en el consejo acaba de ser nombrado vicepresidente. «Nunca ayudar con una tesis salió tan rentable», dicen algunos.

Milei está en contra de la venta de Telefónica Argentina a Clarín, pero en la empresa no preocupa

Mientras tanto, Telefónica está replegando velas en algunos países de Iberoamérica, la que fue gran protagonista de su internacionalización. Dan por cerrada Argentina, aunque habrá que ver cómo acaba esta jugada. Milei está totalmente en contra de la venta porque supondría una concentración brutal de medios en manos de un solo operador: Clarín. Brasil es el gran mercado de Telefónica en la región. Allí ha cerrado 2024 facturando 9.618 millones de euros y con un ebitda ajustado (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de 4.116 millones de euros, en ambos casos un 7 % más que en 2023. España sigue siendo el principal mercado de Telefónica, con 12.791 millones de euros de facturación en 2024 (1,1 % más que en 2023) y 4.641 millones de ebitda ajustado (0,7 % más).

Por lo que se refiere a Indra, sigue avanzando con su plan de coger tamaño dentro de su papel como empresa referente española en el mercado de defensa. Como contábamos en este artículo, hoy por hoy es la compañía número 86 del mundo, muy lejos de las principales del mundo. Esta semana ha comunicado que cerró 2024 facturando 4.843 millones de euros (un 12 % más que el año anterior) y con un beneficio neto de 278 millones, un 35 % más que en 2023. Telefónica cerró el año facturando 41.635 millones de euros y con un beneficio neto ajustado de 2.304 millones.

El nuevo presidente de la compañía, Ángel Escribano, llega con la ambición de consolidar a Indra como la gran multinacional española de referencia en el mercado de la defensa, el sector aeroespacial y las tecnologías digitales avanzadas. Aspira a facturar 10.000 millones de euros en el año 2028, dos años antes de cuando estaba previsto, por la creciente tensión geopolítica que demanda sus productos y la evolución positiva de su plan estratégico. Indra sin duda se someterá a una gran transformación, como también lo hará Telefónica. La incógnita es si la acometerán dentro de un mismo grupo.