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Una madre protesta contra IM Academy con un cartel: "han lavado el cerebro a mi hijo y le han alejado de su familia y amig@s"

Una madre protesta contra IM Academy con un cartel: «Mi hijo se ha ido de casa por culpa de una criptosecta»EFE

Utilizan el Bitcoin como reclamo  Así captan las criptosectas: «Te invitan a eventos con cochazos, pasa lo mismo que con la droga»

España cuenta con cientos de plataformas dedicadas a estafar a través de las criptomonedas. Utilizan el lujo, los coches y los eventos para seducir a los más jóvenes. Ellos son su objetivo

«Le captaron por la calle cuando regresaba a casa del colegio, le invitaron a un evento y cuando vino de ese evento ya era otro». Lucía no sabe donde está su hijo de 16 años. Donde duerme, o si come bien o mal. Es una de las víctimas de IM Academy, la ‘criptosecta’ acusada de ser una supuesta estafa piramidal. Su web sigue completamente operativa. Al entrar en ella te enfrentas con una frase. «¿Cómo te sentirías si tuvieras más control sobre tu vida?». Otra. «¿Alguna vez has sentido que estabas destinado a más?». Prometen ayudarte a revolucionar tu vida, a ganar dinero. Es la fachada de un castillo que esconde un engaño colectivo, que se ha llevado por delante ahorros y familias.

Cuantificar cuantas ‘criptosectas’ hay en España es prácticamente imposible. «Es muy difícil localizarlas, seguramente haya cientos», dice Dan Gómez, profesor de Nuclio Digital School. Para tratar de asomarse a la cara más oscura de las criptomonedas hay que adentrarse en la jungla de las redes sociales.

Si te ofrecen recompensas por invertir tu dinero, estás ante una estafaDan Gómez, profesor de Nuclio Digital School

En Instagram un chico de poco más de 20 años mira a cámara cruzando los brazos. A su lado un Lamborghini y por detrás un escenario. El coche no es suyo. A su lado hay otros dos, formando un triángulo. «Algún día tendré uno de estos», parece pensar el chico, que sonríe a cámara como quien sabe que está donde tiene que estar. «Cuando tú acudes a una de esas conferencias, te vas contagiando. Ahí encuentras a gente atractiva, con ropa cara y coches de lujo. Es un poco lo que pasa con las drogas», dice Herminio Fernández, Ceo de Eurocoinpay. «No se ganan Ferrari con las criptomonedas. Eso es imagen para enganchar a esta gente joven. Quieren intimidarte», continúa.

Es ahí donde saltan las alarmas. La imagen. El lujo. Las promesas. Un mundo fantástico del que te invitan a formar parte. Pero entrar no es gratis. Te piden una cantidad para invertir, «a cambio te ofrecen una recompensa super alta, entre un 15-25 %. Si alguien te ofrece eso, es directamente una estafa», dice Dan Gómez.

Hace unas semanas, la policía desarticuló otra ‘criptosecta’. «Kuailian duró bastante», afirma Gómez, Eran de Barcelona. Hacían grandes convenciones. En ellas no faltaban los cochazos. Y en sus redes sociales, los ‘cabecillas’ posaban sonrientes en restaurantes de moda. Hace unos días la UDEF los detuvo. Están acusados de defraudar más de 500 millones de dólares.

«Te venden su producto. Un bot que utiliza un algoritmo para adelantarse a los movimientos de los mercados», cuenta. La mayor parte de estas plataformas tienen su propia moneda, un activo que ellos inflan de manera artificial. Su objetivo es demostrar sobre el papel que su activo es rentable. «Te dan un número de cuenta y haces un ingreso. Te van enseñando como la moneda va subiendo. Cuando tienes 3.000 o 5.000 euros, la moneda pierde todo su valor y ya no te devuelven nada», relata Fernández, experto en criptomoneda.

Hay gente que pide un crédito para tapar la cantidad estafada y no contarlo en su casaHerminio Fernández, Ceo de Eurocoinpay

El objetivo de esta estafa es la gente joven. «Son el público más cercano a este mundo, es el sector en el que más paro hay y las personas que suelen tener más tiempo libre», dice el profesor Dan Gómez. Pero las ‘criptosectas’ también hacen presa con personas de edad más avanzada. El procedimiento es diferente. Te introducen en una comunidad. Te presentan gente con la que incluso quedan para jugar al pádel o hacer un viaje. Establecen un vínculo de confianza. Después invierten grandes cantidades en la compra de supuestos bitcoins.

Fernández cuenta un caso. El de un padre de familia que invirtió todos sus ahorros para hacerse con seis bitcoins. Llegado el momento, quiso retirar el dinero. Al inicio le pidieron 15.000 euros de impuestos correspondientes al país en el que estaba alojada la inversión. A los pocos días los seis bitcoins (unos 180.000 euros) habían volado. «Hay gente que no le ha dicho nada de esto ni a su familia. Que piden créditos para tapar la estafa en su casa. Lo único que quieren es recuperar lo invertido», cuenta.

Herminio Fernández ha sido testigo directo de varias estafas. Lleva años dedicado a gestión de criptoactivos. Parte de él lo dedica a alertar de las estafas a través de redes sociales. «Cuando detecto un tweet o una publicación en Facebook prometiendo rendimientos irreales, los denuncio», asegura. Añade, «me han amenazado de muerte por hacerlo».

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