Alquiler
Estoy de alquiler y se me ha roto la lavadora: ¿quién se encarga de las reparaciones?
Las reparaciones de muebles y electrodomésticos suele ser un motivo de disputa entre arrendador y arrendatario
Las disputas entre arrendador y arrendatario son, por desgracia, más habituales de lo que cabría esperar. Sobre todo cuando se produce alguna avería en un electrodoméstico o es necesaria alguna reparación en cualquier parte de la casa, debido a las dudas sobre quién debe hacerse cargo del coste de las reparaciones.
Por ejemplo, si se me rompe la lavadora o el frigorífico y estoy de alquiler, ¿quién debe hacerse cargo del coste de la reparación o de la compra del nuevo electrodoméstico?
Quién paga la avería
En España, la responsabilidad de las reparaciones en una vivienda alquilada, incluida la lavadora si esta está incluida en el inventario del inmueble, generalmente recae en el dueño del inmueble, salvo que el daño haya sido ocasionado por el mal uso del inquilino. Según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), el propietario debe encargarse del mantenimiento y de las reparaciones necesarias para conservar la vivienda en condiciones de habitabilidad.
El artículo 21 de la LAU establece que el arrendador está obligado a realizar todas las reparaciones que sean necesarias para conservar la vivienda en las condiciones acordadas en el contrato, a excepción de aquellas que se originen por actos atribuibles al inquilino. Aunque con una excepción: cuando «es una avería mínima, como un piloto o un filtro, o si se demuestra que la culpa ha sido del inquilino».
El inquilino debe informar al arrendador de la necesidad de la reparación de forma adecuada y en un tiempo razonable, para que este pueda hacer las gestiones pertinentes.
Si la lavadora se averió por causas naturales o desgaste, el inquilino debe comunicárselo al propietario para que este pueda encargarse de la reparación o el reemplazo en el menor tiempo posible. Sin embargo, si el daño fue resultado de un mal uso, entonces podría ser responsabilidad del inquilino hacerse cargo de la reparación. En caso de duda sobre la responsabilidad o el procedimiento, siempre es recomendable revisar las cláusulas específicas del contrato de alquiler donde se puedan detallar estas condiciones.
Reparaciones menores y reparaciones por mantenimiento
Con todo, es muy importante saber qué se consideran reparaciones menores y qué reparaciones por mantenimiento, ya que las primeras correrán a cargo del inquilino y las segundas del propietario.
Tal y como explican los expertos inmobiliarios de Fotocasa, es esencial que tanto arrendadores como arrendatarios comprendan sus respectivas responsabilidades y derechos, acordando de antemano en el contrato de arrendamiento qué constituye una reparación menor, tal como se sugiere en el artículo 21.4. Esto facilita la gestión de reparaciones sin esperar a que surjan las averías.
Algunos factores a tener en cuenta serían:
- Duración del arrendamiento. Es importante considerar el tiempo que el inquilino ha vivido en la propiedad. Si el inquilino ha estado allí por un período breve y la lavadora ya se rompe, podría argumentarse que el desgaste es mínimo. Si la lavadora era nueva cuando se mudaron, esto podría simplificar el análisis de la situación.
- Costo de la reparación. Debe evaluarse el costo de la reparación en relación con el alquiler mensual y el precio de una lavadora nueva. Existen límites sobre cuánto debería gastarse en reparaciones en comparación con estos costos.
- Naturaleza de la avería. La especificidad de la avería también es crucial. Si la reparación implica simplemente reemplazar una pieza en una lavadora relativamente nueva que ha dejado de funcionar por razones desconocidas, podría clasificarse como una reparación menor. Por otro lado, si la lavadora ya era vieja y se considera que ha alcanzado el final de su vida útil, entonces la responsabilidad podría no recaer en el inquilino.