Subirats deja a los claustros la responsabilidad del nombramiento de los rectores

El ministro de Universidades, Joan Subirats, ha presentado este lunes el borrador de la ley de Universidades, un proyecto iniciado por Manuel Castells, en el que introduce el derecho a la figura de la 'huelga' de los estudiantes, así como los cambios en las condiciones para ser rector.

Según ha explicado Subirats en rueda de prensa, este borrador «intenta seguir las líneas trazadas por Manuel Castells en la configuración de la LOSU» haciendo aquello que el manchego no pudo por culpa de la pandemia: «Entrar en contacto con las universidades de manera directa».

Precisamente Castells fue duramente criticado por la falta de consenso con los distintos actores involucrados, algo que Subirats resolvió desde el primer momento con reuniones con rectores, personal docente, estudiantes o sindicatos.

El ministro ha resaltado que se trata de «una ley que es urgente, necesitamos tener un nuevo marco normativo para afrontar los retos que tiene la Universidad, que ofrece las herramientas para afrontar este cambio de época». «Una ley que aborde los problemas de hoy y prepare a la Universidad para el futuro», ha añadido

Subirats ha destacado que, «si todo va bien», su intención es que el texto entre «en este periodo de sesiones del Congreso» que acaba a finales de junio.

Uno de los cambios conocidos desde entonces es que la futura ley recogerá por primera vez el derecho al paro académico, de modo que los estudiantes no se expondrán a una penalización si no asisten a clase o no se presentan a un examen por ese motivo.

«No estamos hablando de huelga porque no son trabajadores, es un derecho al paro académico. Tienen que ver con la idea de que los estudiantes puedan estar presentes en los debates que se puedan producir en la universidad, no para ir en contra del calendario académico», ha precisado

Nombramiento de rectores

Respecto al nombramiento de los rectores, este borrador elimina alguna de las condiciones expresadas en el anterior texto y supedita estos requisitos al claustro del centro «a través de su propia autonomía». En todo caso, tendrán que asegurar que la representatividad del PDI permanente no sea inferior al 51%.

Los candidatos deberán ser funcionarios Doctores de los cuerpos docentes universitarios, pero serán los Estatutos de cada universidad los que determinen qué requisitos deberán reunir para presentarse (méritos de investigación, docencia y experiencia de gestión universitaria en algún cargo unipersonal).

Precariedad laboral

Además, la LOSU pretende acabar con la precariedad laboral, estabilizar el sistema y rejuvenecer las plantillas. Así, los profesores con contrato temporal no podrán suponer más del 20 % de la plantilla y se modifica la figura del profesor asociado y del profesor visitante, que ahora tendrán limitada la docencia a 120 horas y un contrato de dos años respectivamente.

La idea es que, en 10 años, una persona que accede a profesor universitario se estabilice en el sistema después de un contrato predoctoral de 4 años y otro postdoctoral de 6.

Microformaciones

En cuanto a la novedad de incorporar «microcredenciales», de cuatro a 30 créditos de duración, Subirats ha señalado que se trata de un debate que está hoy en toda Europa para solventar el «desajuste» entre las necesidades formativas y de actualización y una estructura «rígida» de formación.

Serán programas propios de corta duración, que admitirán tanto a personas con un título previo como a aquellas que solo tienen experiencia profesional pero pueden acreditar que tienen capacidad de seguir ese curso.

«Hay que conseguir que la LOSU sea la palanca para aumentar la atracción a personas de todas las edades a través de una mayor flexibilidad, es decir, programas cortos sin una duración como la de las estructuras tradicionales».