Italia prohíbe los móviles en las aulas: «No son diferentes a la cocaína»

«Están los daños físicos y los psicológicos. Pero lo más preocupante es la pérdida progresiva de las facultades mentales esenciales que durante milenios han representado lo que sumariamente llamamos inteligencia: la capacidad de concentración, la memoria, el espíritu crítico, la adaptabilidad, la capacidad dialéctica». Aunque parezca una distopía de ciencia ficción, se trata del informe que el Ministerio de Educación italiano adjuntó en su circular sobre el fin del uso de móviles en las aulas.

Y es que Italia se ha cansado del uso abusivo de smartphones en los colegios y desde el pasado miércoles está prohibido su uso en clase por ser como una droga. «No es diferente a la cocaína: implicaciones idénticas, químicas, neurológicas, biológicas y psicológicas», señala el documento, elaborado por el senador Andrea Cangini.

Para apoyar estas afirmaciones, se aportan las opiniones recogidas por neurólogos, psiquiatras, psicólogos, pedagogos y miembros de los cuerpos policiales y se menciona el caso de Corea del Sur, «donde el 30 % de los jóvenes de entre diez y diecinueve años son catalogados como 'demasiado dependientes' de sus teléfonos móviles, necesitando desintoxicarse en centros creados específicamente para tratar enfermedades relacionadas con la web».

«En China», añade Cangini, «hay 24 millones de jóvenes 'enfermos' y hace quince años se inauguró el primer centro de rehabilitación, naturalmente concebido desde la lógica china: internamiento militar, trajes despersonalizantes, trabajos forzados, electroshock, uso generalizado de psicofármacos… Un campo de concentración. Desde entonces han surgido más de 400 lugares de este tipo».

La conclusión del senador es apocalíptica: el smartphone atrofia el cerebro. «Todas las investigaciones internacionales citadas en el informe llegan a la misma conclusión: el cerebro actúa como un músculo, se desarrolla en base al uso que se hace de él y el uso de dispositivos digitales, así como escribir en un teclado electrónico en lugar de escribir a mano, no sobrecarga el cerebro. El músculo entonces se atrofia. En términos técnicos, se reduce la neuroplasticidad, es decir, el desarrollo de las áreas cerebrales responsables de las funciones individuales».

Cangini evoca la «dictadura perfecta» consecuencia de esta tecnología. «Una prisión sin muros en la que los presos no sueñan con escapar. Un sistema de esclavitud en el que, gracias al consumismo y al entretenimiento, los esclavos aman su esclavitud», concluye inspirado el senador.

Elemento de distracción

Este documento acompaña la circular que el ministro de Educación italiano, Giuseppe Valditara, ha enviado a los centros anunciando la prohibición del uso de móviles en las aulas al ser «un elemento de distracción para uno mismo y para los demás, además de una falta de respeto a los profesores».

De momento, su uso no implicará sanciones disciplinarias y apela al «sentido de la responsabilidad» para «velar por el cumplimiento de la normativa vigente». El ministro se refiere a la ley que desde 2007 ya regulaba el uso de móviles en las aulas y que en la práctica no se cumplía.