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montaje fracaso escolar masculino

Reportaje sobre una lacra de la que apenas se habla

El fracaso escolar es masculino y será un grave problema: «No se le presta atención porque no son mujeres»

El 67 % de los fiascos en las aulas corresponden a los hombres, pero parece que el problema se ignora por el hecho de serlo: «No se atiende ni política ni mediáticamente porque se trata de varones», dice a El Debate la experta María Calvo

«El 67 % del fracaso escolar es masculino». Una impresionante lona virtual, desplegada por Smartick a principios de curso en el mundo online, ponía sobre la mesa una cuestión tan espinosa como apestada, porque no está en la hoja de ruta de ninguna administración, ni tan siquiera en el centro de ningún debate.

Coincidiendo con la vuelta al cole, esta empresa dedicada a la educación en matemáticas y lectura apostaba por 'colgar' un enorme cartel que mostraba a tres universitarios en carreras de Ciencias. Hombres que corren peligro de ser cada vez más una excepción si nos atenemos a los contundentes datos de varios informes: tres de cada cuatro escolares que abandonan el sistema educativo antes de tiempo son niños. Y sin embargo, o precisamente por eso, el problema no está ni en la agenda política ni mediática.

«Con esta lona, hemos querido poner encima de la mesa un debate del que no se habla y es preocupante, que es el fracaso escolar masculino. Tenemos que estudiar qué factores están influyendo porque el hecho es que, en nuestra base de datos, y con millones de ejercicios hechos, los niños lo hacen igual que las niñas. En un entorno aislado, ellos solos frente al ordenador, con retos a su nivel, no hay ninguna diferencia entre niños y niñas, por lo que cabe concluir a modo de hipótesis que hay factores en las clases que hace que no sea así en los colegios», resume el cofundador de Smartick, Javier Arroyo.

El fracaso escolar masculino se esconde

Por eso, desde El Debate hemos querido saber más sobre el fracaso escolar masculino. Nos atiende María Calvo, profesora de la Universidad Carlos III de Madrid y autora de varios libros sobre masculinidad y feminidad entiende que si bien «es un fenómeno que viene de décadas atrás», la espiral «es cada vez más profunda» y «seguimos sin atender el problema» porque «se trata de varones».

–¿A qué se debe que los varones tengan un problema mayor de fracaso escolar?

–Se trata de un fenómeno que viene de décadas atrás. No es nuevo, pero hemos pasado años sin hacerle caso y seguimos así. El varón es el rey desnudo que está en una espiral cada vez más profunda. Los datos están recogidos en el informe PISA. Pero incluso en 2011 el Consejo Escolar del Estado ya sacó un informe y se preguntaba por las razones.

Las mujeres, madres y profesoras, pueden enseñar casi todo a los niños varones, excepto cómo hacerse hombresMaría CalvoProfesora Carlos III

El 67 % del fracaso escolar es masculino, sí. Pero hay más. Tres de cada cuatro expedientes disciplinarios son de chicos. Suelen repetir curso el doble. A los quince años llevan un año de retraso respecto a sus compañeras. Los problemas de hiperactividad y déficit de atención suelen ser masculinos. En la universidad, tenemos un 40 % de nuevas matriculas de varones frente al 60 % de las mujeres.

Y este tema no se atiende porque se trata de hombres. Cuando hay un problema con las niñas, nos volcamos todos, pese a que les suele ir fenomenal en la escuela. Lo hemos visto ante su aparente ausencia en las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), ahora el poder se ha empeñado en que ellas también las cursen, pese a que no quieren, porque ellas tienen la oportunidad de elegir otros estudios y porque se sienten muy libres para decidir.

En cambio, si el problema es de los hombres, como decía, no se atiende. Pero un chico que fracasa escolarmente quizás sea un problema que tengamos en la calle. Basta mirar a Francia, donde las revueltas suelen estar protagonizadas por una agresividad y violencia que guarda una relación de causalidad con el abandono escolar de los varones.

Cuando en Francia hay revueltas en las calles, suelen estar protagonizadas por varones y el factor de abandono escolarMaría CalvoProfesora Carlos III

Negar las diferencias biológicas

-¿Qué dificultades se encuentran los niños en la escuela?

–Creo que existe una absoluta falta de comprensión hacia las actitudes masculinas. Lo primero que debemos tener claro es que no somos iguales, no somos intercambiables, pese a la insistencia en lo contrario. Decir que somos iguales es una falacia porque hay diferencias biológicas, y esa mentira se está llevando por delante a los varones. El cerebro no madura al mismo ritmo en niños que en niñas. Una niña de seis años suele leer y escribir como un niño de ocho. Y a los 20 meses les triplican en vocabulario.

Muchos niños acaban tirando la toalla por falta de comprensión, y eso sucede porque se ignoran las diferencias biológicas.

Por otro lado, vivimos un momento en el que nunca ha habido tanto profesorado femenino en las aulas. En infantil, las profesoras son más del 90 %, en primaria son más del 80 % y en secundaria son más del 60 %. Una parte de este profesorado, bajo un ideal y un prisma femenino, pide y exige al niño que sea y se comporte como una niña, y eso es imposible y conlleva su frustración. Esas formas de enseñanza muy feminizadas no está ayudando a los chicos, que necesitan cierto nivel de competencia, cierto nivel de estrés para activarse, y cierta jerarquía y autoridad que les ponga en su lugar y les ayude en su autocontrol.

El profesorado es mayoritariamente femenino, y existe una absoluta falta de comprensión hacia las actitudes del varónMaría CalvoProfesora Carlos III

–¿Cómo afecta este problema escolar al país y a la sociedad?

–Primera consecuencia, según datos de la OCDE, las mujeres no encuentran hombres de su nivel para quererse casar. Esa descompensación afecta a la formación de familias estables y por extensión, a la natalidad.

Cuando un varón es incomprendido, al no recibir lo que necesita, como esa ausencia de autoridad, tenemos una generación de chicos muy complicada que crece con unas pautas feminizadas. No saben cómo ser hombres en ese contexto de ausencia de un modelo de referencia y de autoridad. Ello lleva a algunos a radicalizar un estereotipo que les lleva a representar al virilista, al machote o incluso al machista.

–¿Y que se está haciendo desde la política para afrontar este problema?

–Como decía, se les está ignorando por el simple hecho de ser hombres. Los varones ahora mismo en España no tienen problemas, son el problema. Recientemente, el Parlamento de La Rioja me llamó mientras se tramitaba el proyecto de ley de Igualdad, que no era tal, porque era una ley de la mujer. Cuando hablé de que se ignoraba el problema del varón en edad escolar, se indignaron. El retrato-robot del delincuente en España es varón, ¿verdad? Sabemos que tenemos un problema y deberíamos pensar que estamos haciendo con ellos, porque tendremos una generación muy complicada que hará el problema mayor.

La educación diferenciada funciona y sus colegios tienen lista de espera. En Reino Unido son los que se llevan los premiosMaría CalvoProfesora Carlos III

–La LOMLOE propone eliminar los conciertos a los colegios que separan por sexo. ¿Qué opinión tiene sobre la educación diferenciada?

–En un estado democrático, debería haber una pluralidad de sistemas educativos y una libertad de elección total. En Reino Unido no entienden esta problemática nuestra de acabar con los colegios que diferencian por sexo porque ellos lo tienen muy asimilado y de hecho, allí quienes se llevan los premios y encabezan los ranking son aquellos que practican la diferenciación de sexos.

Aquí nos estamos dedicando a quitarles el concierto a colegios que funcionan y tienen listas de espera. La educación diferenciada es un modelo más, tan legítimo como la educación mixta, pero pienso que ahora es más necesaria que nunca porque si negamos la esencia del ser humano, negando la existencia de una esencia femenina y masculina que viene de nacimiento, y considerando al alumno como algo neutro, generas una injusticia.

Los niños necesitan modelos de masculinidad equilibrados para convertirse en hombres. Las mujeres, madres y profesoras, pueden enseñar casi todo a los niños varones, excepto cómo hacerse hombres, esto les corresponde a otros hombres adultos significativos, como su padre y profesores masculinos que, desde la comprensión, sean capaces de regalar a estos chicos lo que necesitan: límites y autoridad que les ayudará a gestionar la frustración y adquirir un mayor autocontrol sobre sus impulsos; algo de lo que hoy carecen en general. La capacidad de autocontrol debería ser la seña identitaria de la masculinidad.

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