Abandono educativo temprano en España y la Unión Europea: un análisis por género y densidad de población
El abandono educativo temprano es un indicador clave del desarrollo educativo y social en los países de la Unión Europea (UE)
Hace dos Semanas, FUNCAS publicaba un video sobre como el abandono temprano educativo afectaba la vida de jóvenes que contaban la situación y el contexto que les dificultó continuar con sus estudios. El video se puede visualizar en el canal de youtube de FUNCAS.
El abandono educativo temprano es un indicador clave del desarrollo educativo y social en los países de la Unión Europea (UE). A pesar de los avances en los últimos años, persisten importantes desigualdades por género, localización y contexto nacional.
España destaca por tener una de las tasas de abandono más elevadas de la UE (13,7% en 2023), aunque ha experimentado una reducción significativa en las últimas décadas. En comparación, Portugal, con un 8,0 %, muestra resultados más positivos, consolidando su posición como uno de los referentes en la UE. Francia, con un 7,6 %, e Italia, con un 10,5 %, también presentan tasas más bajas, aunque con desigualdades de género persistentes. En todos los países analizados, el abandono educativo es mayor entre los hombres que entre las mujeres. Por ejemplo, en España la tasa de los hombres es del 16,0 % en 2023 por 11,3 % de las mujeres. También en la UE, el abandono es más alto entre los hombres (11,3 %) en 2022 que en las mujeres (7,7 %). Además, la distancia entre hombres y mujeres no ha disminuido desde 2002. La tasa de abandono de las mujeres en la UE-27 ha caído entre el 2002 y 2023 del 16,9 a menos de la mitad 7,7 % mientras que la de los hombres lo ha hecho en menos de la mitad (del 19,1 al 11,3 %).
Además de la desagregación por género, también se dispone de información sobre la tasa de abandono por el tipo de localidad en la que residen los jóvenes. En concreto, EUROSTAT diferencia entre:
a) Zonas densamente pobladas como las ciudades. Se trata de unidades espaciales pequeñas que tienen, al menos, el 50 % de su población en centros urbanos
b) Zonas de densidad intermedia como localidades y zonas semidensas. Se trata de unidades espaciales pequeñas que tienen menos del 50 % de su población en centros urbanos y no más del 50 % de su población en celdas rurales
c) Zonas escasamente pobladas como zonas rurales: unidades espaciales pequeñas que tienen más del 50 % de su población en celdas rurales.
El gráfico 1 muestra que, en 2002, el abandono educativo en España registraba diferencias importantes entre las ciudades (25,6 %), localidades (34 %) y zonas rurales (38,1 %). Desde entonces, la tasa ha descendido en los tres tipos de zonas, aunque lo ha hecho más intensamente en las áreas rurales que en 2022 (último año para el que EUROSTAT ofrece información) tienen un abandono inferior (14,4 %) al de las localidades (16,7 %). Particularmente interesante es la evolución divergente entre 2021 y 2022, donde la tasa aumentó en las localidades de densidad media (desde el 15,4 % al 16,7 %) mientras que disminuía en las zonas rurales del 15,5 % al 14,4 %. En las ciudades, el abandono se incrementó del 11,5 % al 11,9 %. La tasa es también más baja en las zonas rurales (10 %) que en las localidades de densidad media (10,6 %) en la UE-27 (véase la Tabla 6). De hecho, en Alemania e Italia el abandono educativo en las áreas rurales es incluso inferior que en las ciudades, aunque es una circunstancia que no se produce a nivel del conjunto de la UE-27.
El abandono educativo temprano sigue siendo un desafío importante para España y la Unión Europea, a pesar de los avances logrados en las últimas décadas. España, con una de las tasas más altas de la UE, muestra diferencias significativas por género y tipo de localidad que destacan la necesidad de un enfoque multidimensional para abordar este problema. La persistencia de brechas de género y la desigualdad territorial subrayan la importancia de políticas educativas inclusivas que reduzcan las barreras en todas las regiones y grupos poblacionales. Lograr los objetivos establecidos para 2030 requerirá reforzar la educación en áreas rurales, apoyar a los jóvenes en riesgo de exclusión y promover estrategias efectivas que aseguren la equidad y calidad educativa en todo el país. Estas acciones serán fundamentales para cerrar las brechas existentes y garantizar un futuro más inclusivo y sostenible para todos los jóvenes.
- Ismael Sanz es profesor de URJC, FUNCAS y London School of Economics