Juanma Moreno rompe la barrera de la izquierda en Andalucía, incapaz de reaccionar
Dijeron de él que sería un presidente pasajero en una legislatura accidental y ahora va camino de su segundo mandato con una media de 44 escaños en las encuestas. A 11 de la mayoría absoluta
«Las encuestas son como los PCR», afirmó este lunes el coordinador general del PP, Elías Bendodo, para poner de manifiesto la volatilidad de los sondeos en la precampaña de las elecciones andaluzas.
Los populares están tratando de ahuyentar el exceso de optimismo para no caer en la relajación ante un rival, el PSOE de Andalucía, que no parece ni la sombra de lo que fue. Aunque este sábado Pedro Sánchez y su candidato, Juan Espadas, apelaran a la remontada desde el fortín de Dos Hermanas, plaza talismán para el socialismo andaluz, donde jamás ha conocido la derrota.
La campaña da su pistoletazo de salida este viernes y El Debate ha elaborado una media con los 15 sondeos publicados desde principios del mes de mayo, incluido el barómetro preelectoral del CIS.
Juanma Moreno obtiene una media de 44 escaños y el 34,89 % del porcentaje de voto, y se lleva 18 de los 20 diputados que pierde Ciudadanos, reducido a la mínima expresión después de su paso por la Junta: a solo uno.
Moreno ha ensanchado el espacio del centro derecha
El que la izquierda creyó que iba a ser un presidente pasajero en una legislatura accidental (de hecho, en 2018 ganó Susana Díaz) va camino de firmar su segundo mandato. De eso no hay duda. Pero hay más. La gestión de Moreno a lo largo de estos tres años y medio ha permitido ensanchar el espectro del centro derecha en Andalucía, tradicional granero del PSOE.
La suma del PP, Vox y Ciudadanos alcanza un porcentaje del 56,88 % de los votos en la media de encuestas, frente al 39,97 % del PSOE, Adelante Andalucía y Por Andalucía. Es decir, 17 puntos.
¿Tanto ha cambiado sociológicamente la región más poblada de España en menos de cuatro años? Más bien tiene que ver con que Moreno está atrayendo hacia su candidatura a los ex votantes del PSOE más pragmáticos y menos ideologizados; consiguiendo un trasvase de votos entre bloques que vale doble (son votos que resta la izquierda y suma el centro derecha).
Ello, unido a la desmovilización del electorado de izquierdas, va camino de convertirse en un cóctel letal para el PSOE andaluz y para el propio Pedro Sánchez. Como adelantó este periódico el pasado 15 de mayo, por los mentideros llevan semanas circulando teorías sobre una nueva remodelación del Gobierno al final del curso, una más tras la que acometió Sánchez en julio de 2021 después de que Isabel Díaz Ayuso barriera al PSOE en las elecciones madrileñas.
La media de encuestas sitúa a los socialistas en 33 escaños, los mismos que en diciembre de 2018. Pero el espacio a su izquierda (ahora dividido en dos partidos) pierde siete escaños, al pasar de 17 a 10. El PSOE-A se han marcado como objetivo de mínimos no empeorar el resultado de Susana Díaz. Tanto en diputados como en votos: el millón de votantes (que en las anteriores elecciones superaron por la mínima) es la barrera psicológica; la que separa una derrota que el PSOE da por segura de una catástrofe sin paliativos.
Vox se mantiene muy fuerte en los sondeos, con una media de 21 escaños y el 17,94 % de porcentaje de voto para Macarena Olona. Por comparar, el partido de Santiago Abascal sacó en las elecciones madrileñas la mitad, el 9,15 %.
Los populares son conscientes de que el voto de Vox es inexpugnable. De ahí que todas sus opciones de conseguir una mayoría muy amplia –que no absoluta, los 55 diputados son una quimera– pasan por absorber todo el voto de Ciudadanos y una parte del voto del PSOE.
Así se explica el giro de guion que imprimió el pasado fin de semana en su campaña, al alimón con Alberto Núñez Feijóo. «Los que nos critican no han gestionado un euro público», sostuvo el líder de los populares, en un ataque directo a Vox que, en principio, no entraba en los planes.
Inicialmente, el equipo de Moreno había previsto no ir al choque contra Vox, sino dejarle ese trabajo sucio a su socio, Juan Marín (que lleva toda la legislatura haciéndolo).
La nueva estrategia lleva implícita una apelación al voto útil dirigida al PSOE, según reconocen fuentes de la campaña del presidente regional y candidato del PP. «Si alguien vota pensando en parar a Vox, la nuestra es la mejor opción para conseguirlo», resumen.
En la media de encuestas, Por Andalucía –la marca de Yolanda Díaz y Podemos– obtiene ocho escaños y Adelante Andalucía, dos. Sumados a los del PSOE ascienden a 43, uno por debajo de Moreno.
El objetivo de superar a toda la izquierda junta estaría, pues, al alcance, pero en la ecuación falta otra variable: cómo de cerca se quede Moreno de la mayoría absoluta. Según el CIS de Tezanos, a entre seis y ocho, aunque el barómetro de encuestas de El Debate amplía esa distancia a 11. Ayuso se quedó a cuatro el año pasado y pudo mantener a Rocío Monasterio como aliada parlamentaria, a secas. Este lunes, el portavoz de Vox, Jorge Buxadé, insistió: «Vamos a estar en el Gobierno». Aunque todo dependerá del resultado de la 'gran encuesta': las elecciones del 19 de junio.
Regístrate para seguir leyendo
El Debate es, y seguirá siendo, gratuito
Además de tener acceso a todas las noticias, disfrutarás de todos los beneficios de Mi Debate.