El juez reabre la causa sobre la financiación irregular de Podemos tras las acusaciones de El Pollo

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha citado al exgeneral chavista Hugo Armando 'El Pollo' Carvajal para que declare nuevamente como testigo el próximo día 27 de octubre, según han avanzado fuentes jurídicas a El Debate. La citación se ha producido días después de que el exlíder militar de los servicios de inteligencia venezolanos aportara nueva documentación al magistrado sobre la presunta financiación irregular de Podemos a través, tanto de la trama PDVSA como de una segunda trama cubana con sede en La Habana. Tal y como reveló El Debate, en exclusiva, Carvajal acusó a varios de los cofundadores de la formación morada de recibir pagos irregulares del régimen chavista, no sólo como pagos en efectivo durante sus viajes a Venezuela, sino a través de exposiciones organizadas por la embajada venezolana en España y envíos directos vía valija diplomática. Ahora, el magistrado instructor ha decidido tomarle nuevamente declaración en el marco de unas diligencias de investigación de 2016 que estaban archivadas provisionalmente. 

El magistrado ha acordado la citación el mismo día en que el Ministerio de Interior ha rechazado su recurso contra la denegación del asilo que 'El Pollo' solicitó tras confirmar la Audiencia Nacional su extradición a Estados Unidos, donde se le acusa de sendos delitos de narcotráfico y blanqueo de capitales. 

El propio Pollo solicitó a García-Castellón una primera comparecencia voluntaria, celebrada el pasado 20 de septiembre, en el marco la causa abierta por terrorismo, semanas después de ser detenido en Madrid tras casi dos años en paradero desconocido. En tal ocasión, el exmilitar chavista avanzó al magistrado su disposición a colaborar con la Justicia española, aportando pruebas sobre varios presuntos delitos que implicarían a políticos españoles del PSOE y de Podemos , en negocios irregulares con el régimen venezolano durante los mandatos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. 

Desde entonces, y en las últimas semanas, el Pollo Carvajal ha ido entregando una colección de dossieres con información sensible de contratos, puntos de cuenta y la promesa de ampliar las informaciones que avanzó, verbalmente, en el transcurso de su primera declaración a petición propia. 

Entre los documentos ya consignados, en los que ha señalado al exjuez Baltasar Garzón, a los líderes y cofundadores de Podemos Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa y Jorge Vestrynge; y, en esta última ocasión al expresidente José Luis Rodríguez-Zapatero y varios de sus ministros, con el objetivo de evitar su extradición, el Pollo Carvajal ha ido aportando toda una serie de líneas de investigación, todas ellas relacionadas con supuestos pagos de Venezuela a altos cargos en nuestro país a través de la petrolera estatal PDVSA y de entregas a través de valija diplomática vía vuelos privados. 

La trama cubana de Podemos 

El exjefe de la contrainteligencia venezolana Hugo Armando 'El Pollo' Carvajal desgranó una tercera vía de financiación irregular de Venezuela a diferentes grupos sociales y movimientos de izquierdas que, por su ideología política, resultaban interesantes a los fines del régimen chavista –entre los que estaría Podemos: Cuba.

Siempre según el testimonio del exmilitar venezolano que desveló El Debate, en primicia, Podemos también recibió pagos de la trama cubana instrumentalizada a través de un supuesto «fondo rotatorio de 200 millones de dólares», con sede en La Habana. Dicho fondo se nutriría continuamente de los beneficios de la venta de los excedentes del petróleo venezolano en el mercado negro.

El Pollo Carvajal aseguró durante su comparecencia voluntaria que cuando en 2019 llegó a nuestro país, fugado de la Justicia estadounidense, «manejaba toda esa información». Fuentes próximas al exjefe de los servicios de inteligencia del régimen venezolano confirman cómo en el transcurso de su testimonio reconoció, además, haberse entrevistado con Rafael Ramírez –ministro de Industria y Petróleo de Venezuela y presidente de PDVSA– quien «me confirmó todo».

En relación con este último, en mayo de 2019 la Policía Nacional efectuó en Madrid varios registros en empresas y domicilios relacionados con el exembajador de España en Venezuela, Raúl Morodo, por los presuntos cobros irregulares que el diplomático, su hijo Alejo y dos socios venezolanos de éste recibieron de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) por diferentes servicios de asesoramiento que, en realidad, nunca llegaron a prestarse. 

Las facturas emitidas entre los años 2008 y 2013 para la recepción de los pagos de la petrolera estatal venezolana contaban con la firma del entonces secretario general de PDVSA, Juan Carlos Márquez Cabrera, a su vez, mano derecha del presidente de la empresa, Rafael Ramírez.

Vía valija diplomática y embajadas

El Pollo relató ante el juez Manuel García-Castellón el escándalo desatado en Argentina, el 4 de agosto de 2007, cuando en vísperas de una visita de Hugo Chávez al país, la Aduana del aeropuerto de Buenos Aires confiscó una maleta con 800.000 dólares sin declarar al empresario venezolano Antonini Wilson.

Wilson llegó a la capital argentina, procedente de Caracas, a bordo de un avión privado que había fletado el propio Gobierno, acompañado de dos altos cargos de la era de Néstor Kirchner y de dos funcionarios más de la petrolera estatal venezolana, PDVSA, entre los que se encontraba el hijo del titular de la filial petrolífera en Argentina.

El Pollo aseguró a García-Castellón que ese vuelo era el «número 21 que hacían». Según el exmilitar chavista se habían producido «veinte vuelos antes, de un millón de dólares cada uno, sin contratiempos». A partir de entonces se «ha ido afinando el método» de los pagos irregulares procedentes de las mordidas del negocio clandestino del petróleo venezolano en Cuba. Según la versión de El Pollo, la distribución que inicialmente se articulaba a través de las embajadas de Venezuela, hoy se hace «directamente desde Cuba a Colombia, España… o donde tengan que mandarlo» vía valija diplomática. 

El objetivo: financiar a través de la petrolera estatal venezolana tanto a entidades empresariales, organizaciones y partidos de izquierdas afines, como a grupos terroristas internacionales.