Escribiendo hazañas en el viento: así es hoy la fuerza aérea española

La aviación militar española nace el 2 de abril de 1910 por una Real Orden que decreta «el estudio, por los servicios de Aerostación, aeronáutica y aviación del tipo de aeroplano más conveniente para el ejército, así como la creación del laboratorio de aerodinámica», de los que se encargó el Cuerpo de Ingenieros. Los primeros pilotos pertenecían a ese Arma. Dos meses después, el 16 de abril de 1913 se aprueba el emblema del actual Ejército del Aire. Ese mismo año la aviación interviene en la Guerra de Marruecos, llevando a cabo el primer bombardeo organizado en guerra de la historia.

El 3 de noviembre de 1922 la Aviación Militar Española recibe la Medalla Militar colectiva por «su trabajo eficientísimo y acción sobre el enemigo y de cooperación con otras fuerzas en cuantas operaciones se efectuaron desde el 29 de junio de 1921».

En 1935 se crea la Dirección General de Aeronáutica, responsable de todos los aspectos técnicos, administrativos y de formación de la aeronáutica militar y civil. El cuerpo de aviación se dividía en dos ramas: Aeronáutica Militar, dependiente del Ejército de Tierra, y Aeronáutica Naval, que prestaba labores de apoyo a la Marina.

Tras el establecimiento del Ministerio del Aire, en agosto de 1939, el 7 de octubre siguiente es creado el Ejército del Aire (EA), que alcanza por fin el grado de Ejército bajo el mando del general Juan Yagüe.

Presente de la Fuerza Aérea

La unidad básica de organización de la Fuerza es el Ala, compuesta por uno o más Grupos de fuerzas aéreas, cada uno de los cuales suele tener dos escuadrones. Cuando existe un tercer Escuadrón es una unidad de transición o entrenamiento para nuevos modelos de aeronaves o centro de entrenamiento para los nuevos pilotos.

Cada Escuadrón está integrado por un número variable de aeronaves, que suelen ser 18 o 24 aparatos en el caso de los Escuadrones de Caza y Ataque. Así, el Ala 15, con base en Zaragoza, la forman dos escuadrones con 18 aviones F-18 cada uno.

Los aviones no están asignados al escuadrón, como venía ocurriendo, sino que están adscritos al Escuadrón de Material que los pone a disposición para las misiones a realizar por los escuadrones operativos.

Según los baremos de la OTAN, España está por debajo de los límites aceptables de pilotos militares por aparato. Desde 2010 a 2019 han pedido la excedencia 233 pilotos.

La renovación

En las investigaciones de los últimos accidentes se ha señalado, como causa frecuente, que los aviones tienen muchos años de servicio. Fueron los casos del F-5 de Talavera, el del Super Puma de Gando, el del F-18 de Torrejón y los dos de San Javier. La antigüedad del material es un factor decisivo, aunque el personal del Aire esté bien formado y realice los mantenimientos necesarios. Cuentan que Manuel Azaña decía que se podía hacer un esfuerzo y tener una Armada moderna y también un Ejército de Tierra actual pero no había recursos en España para disponer de una aviación innovadora.

Durante los primeros ocho meses de este año, el Gobierno ha gestionado acuerdos en el área de la Defensa que ascienden a 6.800 millones de euros. Las nuevas inversiones recogidas en esa cantidad se destinan a potenciar la industria aeronáutica. 3.000 millones irán para la compra de helicópteros y de aviones de transporte y cisterna MRTT, así como al sostenimiento del caza polivalente Eurofighter 2000 y a la participación en la segunda fase del proyecto FCAS, el futuro avión de combate europeo, en el que participa España junto a Alemania y Francia, con vistas a los años 2040-2045.

El general Francisco Javier Salto, jefe del Estado Mayor del Aire (JEMA), manifiesta que la prioridad ahora es la compra de 20 nuevos aviones Eurofighter para sustituir a los F-18 de la base de Gando, en Gran Canaria. Esos F-18 se compraron en los años 90 ya de segunda mano, procedentes de la US NAVY.

Con ello, el general Salto apuesta por la industria militar europea en detrimento de las ofertas estadounidenses. También solicitó el JEMA la misma renovación para las bases de Morón de la Frontera y Albacete. Asimismo, pidió la renovación de los aviones P-3 Orion de patrulla naval, que vuelan desde 1973, relevándoles con los nuevos C-295 Airbus. También se ha producido la compra de tres aviones Airbus A330 MRTT que sirven tanto como transporte como de cisterna.

El EA tiene previsto recibir en los próximos cuatro meses tres nuevos helicópteros NH90 de búsqueda y salvamento que se sumarán a los otros tres que ya están en servicio en el 803 Escuadrón del Ala 48, en la base de Cuatro Vientos, Madrid.

El EA ya informó que contempla otras opciones, aunque desde la Armada se tiene más en cuenta el carísimo F-35B estadounidense, capaz de aterrizar y despegar verticalmente, para reemplazar a los Harrier AV8 que operan en el buque anfibio portaeronaves LHD «Juan Carlos I». El relevo precisa una docena de esos aparatos.

El general también señaló la necesidad de modernizar el sistema de mando y control del Ejército del Aire.

Unidad de élite

Dentro del EA también existe una unidad de élite: el Escuadrón de Zapadores Paracaidistas. Opera conjuntamente con drones Predator B manejados por el Ala 23. Algunos han criticado que esos drones no vayan armados y sirvan sólo para, como decía el mariscal Wellington, «mirar detrás de la colina».

El Gobierno debe explicar cuáles son los objetivos que persigue en relación con la Fuerza Aérea, que cada día interviene con mayor frecuencia en otros territorios en el marco de la Alianza Atlántica. Con esa meta, es necesario definir qué recursos necesita y cómo los puede y quiere emplear.