De tú a tú
Sánchez une su destino a Esquerra y Bildu y prescinde de Podemos como intermediario
El presidente ata el apoyo de los independentistas catalanes y vascos a los Presupuestos y a la reforma de las pensiones. En paralelo se producen movimientos políticos en el País Vasco y Cataluña
Esquerra y Bildu sumaron únicamente el 4,76 % de los votos emitidos en las elecciones generales de noviembre de 2019 y poco más de 1,14 millones de votos. Y, sin embargo, tienen a Pedro Sánchez bailando al son que ambas formaciones independentistas marcan. Uno cada vez más exigente.
Definitivamente, el presidente del Gobierno unió este lunes su destino y el del resto de la legislatura a Oriol Junqueras y Arnaldo Otegi, que forman un tándem bien avenido y van de la mano en la mayoría de sus acometidas en Madrid.
El coordinador general de Bildu oficializó el apoyo de sus cinco diputados a los Presupuestos Generales de 2022 antes incluso de que lo hiciera el PNV, partido con el que mantiene una guerra nada disimulada por el cetro de poder vasco.
Sobre la misma hora Esquerra votaba a favor de la reforma de las pensiones –la primera parte– tramitada de forma exprés por el Gobierno; una de las tres exigidas por la Comisión Europea para el pago de los 12.000 próximos millones de euros de los Fondos Next Generation.
Presupuestos y pensiones son dos de las cuatro arterias principales por las que ha de transitar la segunda y definitiva mitad de la legislatura, junto con la reforma laboral y la fiscal.
En los mentideros políticos casi no cotiza que los de Gabriel Rufián acabarán sumando sus 13 votos a los Presupuestos del Ejecutivo de coalición, aunque de momento ERC siga haciéndose de rogar y esperando a que se concrete la cuota de lenguas cooficiales en la futura Ley Audiovisual, la llamada enmienda Netflix.
La votación definitiva será el jueves. De momento Sánchez tiene asegurados los votos de Bildu (5), Más País (2), Compromís (1) y el Partido Regionalista de Cantabria (1). El de Nueva Canarias es cuestión de horas.
Sin Iglesias como intermediario
Tras la salida de Pablo Iglesias se especuló mucho con cómo afectaría eso a la relación con ERC y Bildu, puesto que el exvicepresidente segundo actuaba de intermediario de Sánchez con los independentistas. Un papel que a todos venía bien, como quedó de manifiesto en la aprobación de los Presupuestos de 2021, los primeros del socialista. Iglesias tiró de Sánchez y lo devolvió al redil cuando éste hizo amago de explorar la vía de Ciudadanos con Inés Arrimadas.
Sin embargo, sin Iglesias en el Consejo de Ministros la relación de Sánchez con Junqueras y Otegi no solo no se ha resentido, sino que el líder del Ejecutivo ha dejado de necesitar a Unidas Podemos como intermediario. Las negociaciones las han llevado, sobre todo, dos ministros del ala socialista: el de la Presidencia, Félix Bolaños, arreglatodo del Gobierno, y la de Hacienda, María Jesús Montero.
En el País Vasco y Navarra los socialistas también se bastan y se sobran para seguir tejiendo complicidades con Bildu. Al acuerdo de Presupuestos entre la presidenta navarra, María Chivite, con la izquierda aberzale se suman los guiños que en las últimas horas ha dedicado el nuevo secretario general del PSE a Otegi.
En su primer discurso tras su entronización, y ante el propio Sánchez, Eneko Andueza sostuvo el domingo: «Ahora que tanto se habla de sumas, aquí la única suma que vale es la de la estabilidad y la de la convivencia», señaló, en plenas cábalas sobre un futuro tripartito que desaloje al PNV. Los socialistas, dicho sea, ya gobiernan con apoyo de Bildu en las localidades guipuzcoanas de Irún y Eibar.
En Cataluña los Comunes, la marca catalana de Podemos, sí le han sido útiles a Sánchez para abrir un boquete en el bloque independentista formado por ERC, Junts per Catalunya y la CUP.
El acuerdo, también este lunes, entre Pere Aragonés y los de Jéssica Albiach para desatascar las cuentas públicas de 2022 tras el plante de la CUP ha traído la discordia a la Generalitat. Y a río revuelto, ganancia de pescadores: de paso Ada Colau ha salvado sus Presupuestos municipales, hasta el viernes desahuciados, gracias al quid pro quo con Esquerra. En Cataluña vuelve a hablarse de un futuro tripartito de izquierdas.
Tres de tres. La montaña rusa en la que están subidos Sánchez, Junqueras y Otegi tiene tres loopings: Madrid, Barcelona y Vitoria.