Medallas de Dignidad y Justicia
Un compromiso con las víctimas y «la esperanza de lograr una España mejor»
Este viernes se ha hecho entrega de las medallas de Dignidad y Justicia en un acto emotivo donde los protagonistas han sido las víctimas del terrorismo
Este 10 de diciembre, el salón de actos de la Escuela de Guerra del Ejército, en pleno centro de Madrid, ha sido el escenario, un año más, de la entrega de las medallas que premian y reconocen la labor de aquellos que han luchado, y continúan haciéndolo, contra el terrorismo y en defensa de las víctimas, desde cualquier esfera social. Se trata de las Medallas de la asociación que preside Daniel Portero, Dignidad y Justicia, que desde 2005 trabaja para defender la memoria y los intereses de las víctimas del terrorismo.
En pie para escuchar el himno de España y guardar un minuto de silencio en honor a todas ellas, seguido de un sentido aplauso. «Los premios de hoy son los premios de la dignidad», ha señalado la socia directora de la agencia de comunicación PROA, Lucía Casanueva, que ha presentado el acto.
Los protagonistas del mismo han sido los galardonados, que han contribuido, cada uno desde su labor, a luchar contra el terrorismo de ETA o el yihadismo. La Medalla de Plata ha sido concedida a Raquel Inocencio Vicálvaro, inspectora Jefe de la Policía Nacional de la Dirección Adjunta Operativa; Enrique Molina Benito, fiscal de la Audiencia Nacional (en excedencia); José Miguel López Moure, capitán de la Guardia Civil de Información de la Comandancia de Inchaurrondo, San Sebastián; Jesús María Zuloaga López, subdirector de La Razón; Manuela Simón Fernández, cabo 1º de la Guardia Civil de la Jefatura Central de Información; Joaquín Vidal Ortiz, presidente de la Federación Española de Víctimas del Terrorismo; y César Luis García Garrido, inspector jefe de la Policía Nacional de la Comisaría General de Información.
La de Oro la han recibido el general Félix Sanz Roldán, director del CNI entre 2009 y 2019, y, a título póstumo, María José García Sánchez, inspectora de la Brigada Central de Información de la Policía Nacional y primera mujer policía asesinada por la banda terrorista ETA, a los 23 años.
Especialmente emotivo ha sido el momento en el que su hermana ha subido a recoger el premio. El de María José García, al igual que el de Joaquín Vidal, es uno de los más de 370 casos que siguen sin resolverse.
Como ha expresado el vicepresidente de Dignidad y Justicia, Víctor Valentín Cotobal, en su discurso al comienzo del acto, estos premios son un agradecimiento a su labor, y al mismo tiempo, tienen el objetivo de servir de «estímulo para seguir haciendo el trabajo», y para que públicamente renueven «ese compromiso con las víctimas del terrorismo». Asimismo, ha señalado que asistimos a un «momento difícil», en el que se producen enaltecimientos a terroristas, se humilla a las víctimas y existe una larga lista de casos no resueltos. Por ello, «todavía queda mucho por hacer».
La alusión al himno del Ejército del Aire
Tanto el galardonado con la Medalla de Oro, el general Sanz Roldán, como el presidente de la asociación, Daniel Portero, se han referido en sus intervenciones a algunos versos del himno del Ejército del Aire, cuya patrona, la Virgen del Loreto, celebra el 10 de diciembre su fiesta. «Jamás bajaremos desde nuestro sueño a una España sin gloria y sin luz», ha citado el exdirector del CNI, que ha remarcado «el deseo de que España cada vez sea más grande y mejor».
Sanz Roldán ha apuntado que lo importante es quién les reconoce hoy, «quienes apelan a la justicia para que restituya la dignidad», «los que buscan que dignidad y justicia sean una misma cosa», aquellos que se esfuerzan para que «el recuerdo de las víctimas no se marchite, y siga estando con nosotros». Durante su discurso ha subrayado que con este reconocimiento lo que adquieren es un compromiso con las víctimas.
El último en tomar la palabra ha sido Daniel Portero, que ha explicado que con estas medallas se reconoce a las personas que con humildad han contribuido con su labor a luchar contra el terrorismo. Así también ha denunciado la injusticia que supone el traslado de presos, «asesinos de nuestros familiares», al País Vasco sin que ni siquiera hayan colaborado con la Justicia para esclarecer los casos sin resolver. Resolverlos sería «la puerta verdadera» para cerrar el terrorismo de ETA. El presidente de Dignidad y Justicia ha aludido a la esperanza, «la esperanza de lograr una España mejor» cada uno desde su función y su labor.