Buxadé (Vox): «Es un ataque directo a la democracia y al Estado de Derecho»

Vox se mantiene fiel en su defensa del derecho a la vida. Jorge Buxadé, vicesecretario primero de Acción Política de la formación verde, considera que «todas las manifestaciones de la fe cristiana son compatibles con el orden público». Asegura que si su partido consigue mayoría parlamentaria derogará «todas las leyes liberticidas que pretendan imponer una cultura de la muerte». Buxadé responde a El Debate ante el enésimo ataque de la clase política a la vida y a la religión cristiana. En esta ocasión, contra la campaña de la ACdP.

–¿Qué opinión le merece la amenaza de la ministra Montero con «blindar los derechos de las mujeres» frente a la campaña provida de la ACdP ? 

–En realidad, lo que se pretende es la imposición, más propia de un régimen dictatorial, de un pensamiento único y de la prohibición de cualquier opinión, expresión o pensamiento diferente al del gobierno siniestro. El derecho a la vida es el presupuesto físico de cualquier otro derecho. Y es el que debe garantizarse en primer lugar. 

El derecho a la vida es el presupuesto físico de cualquier otro derecho, y es el que debe garantizarse en primer lugar

Cualquier opción que no sea la defensa de la vida constituye un atentado inadmisible a la dignidad del ser humano. De todos modos, hay que denunciar que la opinión de la señora Montero es lo que se propugna en la Agenda 2030, ese documento atroz que defienden con entusiasmo todos los partidos, salvo Vox, y que el señor Rajoy firmó en 2015.

–A la retirada de las marquesinas de esta campaña provida de Valencia ya se han unido los Ayuntamientos de Granada, Gijón o Murcia. ¿Estamos ante un ataque a la libertad de expresión?

–No solo eso. Es un ataque directo a las bases mismas de la democracia y del Estado de derecho. La libertad de pensamiento, ideológica, religiosa son el fundamento lógico de cualquier otro derecho. Todos los españoles tienen un derecho inalienable a creer, a profesar una fe, y a manifestarla sin más límite que el orden público. Y es indiscutible que todas las manifestaciones de la fe cristiana son compatibles con el orden público; y por tanto, cualquier restricción a la misma es una violación de la democracia.

–¿Cree que las enmiendas en la Ley de aborto introducidas por los socios de coalición del Gobierno que imponen sanciones duras para los provida (con hasta un año de prisión) saldrán adelante?

–Tenemos el peor Gobierno de la democracia, el peor Gobierno de los últimos 80 años. En el Gobierno de España está lo peor del comunismo europeo, los herederos de la banda terrorista ETA y los golpistas, y el PSOE, cuya historia criminal no le va a la zaga. No se puede esperar, por tanto, que el sentido común y el respeto a la dignidad humana se vean respetados. 

El control masivo de natalidad es uno de los objetivos de la Agenda 2030, que abrazan todos los partidos menos Vox

Además, el control masivo de natalidad es uno de los objetivos de la Agenda 2030, que abrazan todos los partidos menos Vox, de forma que en estas cuestiones hemos de esperar lo peor. Ahora bien, una cosa es cierta: cuando Vox tenga la mayoría parlamentaria, que la tendrá, derogaremos todas las leyes liberticidas y todas las leyes que pretenden imponer una cultura de muerte, estableciendo amplios programas de ayuda a las mujeres y familias que afrontan un embarazo.

–Según los expertos juristas consultados por El Debate, rezar en grupo o de manera individual está amparado por el derecho de manifestación, ¿cree que en España llegará a estar prohibido rezar en la calle?

–Repito, de un Gobierno que arrestó en sus domicilios contra la Constitución a 47 millones de españoles, que secuestró la libertad política de la oposición en el Congreso, que ha impuesto una soga totalitaria con sus socios, contra Vox, en todos los parlamentos; que cerró los centros de culto en el primer estado de alarma, no podemos esperar sino más atentados con la libertad. De todos modos, es evidente que este gobierno lo que pretende violentar es el derecho de los españoles a profesar la fe cristiana, porque con los islamistas no hay restricciones; son todo parabienes, excepciones y subvenciones.