Fueron compañeros en Dresde, RDA
El dueño del superyate de Barcelona es Sergei Chemezov, exagente del KGB y amigo de Putin
Chemezov es el director ejecutivo de Rostec Corporation, un holding Estatal ruso que agrupa a más de 600 compañías tecnológicas y es pieza clave del complejo militar-industrial de Putin
El superyate 'Valerie', vinculado al oligarca ruso Sergei Chemezov está inmovilizado en el puerto de Barcelona en aplicación de las sanciones aprobadas por la UE contra Rusia por la invasión de Ucrania. La embarcación, de 85 metros de eslora y valorada en 140 millones de euros, se encuentra en la capital catalana para tareas de mantenimiento y reparación. Tiene bandera de las islas de Sant Vicente y las Granadinas, y ya estaba listo para salir a navegar.
Ha sido la Dirección General de la Marina Mercante la que ha ordenado retener al barco de forma provisional hasta comprobar su titularidad. De hecho, el 'Valerie' no pertenece directamente a Chemezov, sino a una empresa pantalla que tiene como titular a una hija del oligarca ruso.
¿Quién es Sergei Chemezov?
Sergei Chemezov es actualmente el director ejecutivo de Rostec Corporation, un holding estatal ruso que agrupa a más de 600 compañías tecnológicas, y es una pieza clave del complejo militar-industrial de Rusia. Emplea a más de 450.000 personas. Chemezov, nacido en Siberia, es considerado como uno de los empresarios más cercanos a Vladimir Putin. De hecho, fueron vecinos en Dresde, Alemania, y trabajó como espía del KGB en Europa Oriental con el presidente de Rusia.
Tras la caída de la URSS este oligarca lideró el departamento de Relaciones Económicas Exteriores en la Oficina de Asuntos Presidenciales. Posteriormente dirigió Promexport y Rosoboronexport, compañías que exportaban material militar. En 2007, Putin nombró a Chemezov presidente de Rostec.
El 'Valerie' se encuentra en los astilleros de la empresa MB92, que se ha limitado a decir que está «cooperando con los autoridades» y que continuará haciéndolo. Por sus instalaciones también han pasado recientemente el yate My Solaris, vinculado a otro oligarca ruso, Roman Abramóvich, pero las abandonó hace sólo unos días. Por los astilleros de MB92 han pasado otras embarcaciones de lujo del mundo.