El empeño de la Guardia Civil logró localizar el cuerpo de Ibrahim
Los agentes de la Benemérita no cejaron aunque el Gobierno vasco suspendió el dispositivo de búsqueda el 16 de marzo
Cuando todos los servicios de emergencias abandonaron la búsqueda del joven Ibrahim Diallo hace 15 días, los agentes de la Guardia Civil se empeñaron en que no se podía abandonar así como así y decidieron continuar la búsqueda, aunque apenas hubiera esperanza de encontrar con vida al joven senegalés.
A primera hora de la tarde de este miércoles una patrulla fluvial del servicio marítimo de la Guardia Civil localizó en el río Bidasoa el cuerpo sin vida de una persona joven que, según todos los indicios es el de Ibrahim.
Ibrahim Diallo trató de cruzar a nado el río Bidasoa junto con otro dos migrantes el pasado día 12, uno de Guinea Conakri y otro de Mauritania. Los otros dos lograron alcanzar la orilla francesa del río fronterizo, pero de Ibrahim nada se supo.
En cuanto los dos africanos que llegaron a la costa francesa y dieron aviso se estableció un dispositivo de búsqueda formado por agentes franceses policiales y de protección civil en el lado galo y Protección Civil, Cruz Roja, Ertzaintza y Guardia Civil en el lado español.
Pasaron los días y nada se encontró de Ibrahim hasta que el día 16 Europa Press informó de que el Departamento Vasco de Seguridad había decidido dar por finalizada la búsqueda. Ya no quedaba ninguna posibilidad de localizar con vida al joven senegalés.
Sin embargo, aunque oficialmente la búsqueda había finalizado, la Guardia Civil decidió mantener un dispositivo de búsqueda y cada jornada varios agentes del servicio marítimo rastreaban las aguas del río Bidasoa a bordo de una lancha motora tipo zodiak mientras otros agentes recorrían la orilla por tierra. Si el desaparecido había fallecido, su cuerpo tenía que aflorar en algún momento. Y así lo hizo este miércoles cuando fue localizado flotando sobre el río, en un tramo en que el agua discurre en paralelo a la carretera N-121-A que une Pamplona con Irún y Francia.
El peligroso río Bidasoa
Desde la aparición de la pandemia, el río Bidasoa se ha convertido en un paso recurrido y, al mismo tiempo, peligroso para cruzar de España a Francia. Los agentes franceses han cerrado buena parte de la frontera para controlar la situación pandémica, lo que ha obligado a los migrantes que proceden de África a tratar de pasar a Francia a través del río Bidasoa, un río corto pero muy caudaloso y cuyos pozos provocan peligrosos remolinos.
Solo el año pasado, tres migrantes fallecieron ahogados en el río. Otros tres murieron muy cerca de la frontera al ser arrollados por un tren cuando dormían junto a las vías.