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Fernando Grande-Marlaska pasa por delante de Félix Bolaños

Fernando Grande-Marlaska pasa por delante de Félix BolañosEFE

Una de cal y otra de arena

El PP invoca su «sentido de Estado» y salva la polémica Ley de Seguridad Nacional de Sánchez

Los populares rechazan las enmiendas a la totalidad presentadas por ERC y Junts tras un debate en el Congreso en el que Bolaños puso la otra mejilla del Gobierno al independentismo

«No sé si es éste el mejor momento, señor Bolaños, para hablar del proyecto de ley de Seguridad Nacional», le dijo socarrón el diputado de Ciudadanos Miguel Ángel Gutiérrez al ministro de la Presidencia en el hemiciclo.

En medio de la crisis del espionaje, y con el cadáver político de la directora del CNI aún caliente, este jueves llegó por primera vez al pleno del Congreso la Ley de Seguridad Nacional. Con el debate de dos enmiendas a la totalidad presentadas por ERC y Junts per Catalunya para tirar abajo el proyecto de ley que el Consejo de Ministros aprobó el pasado 15 de febrero. Algo que no ocurrirá gracias al voto del PP en contra de las enmiendas.

Lo que pasó en la Cámara puede resumirse en dos actos. Félix Bolaños puso la otra mejilla del Gobierno al independentismo para que los independentistas volvieran a abofetearla, acusando al Ejecutivo de espiarles por sus ideas y no por sus actos. Mientras, en paralelo, los populares de Alberto Núñez Feijóo invocaron su «sentido de Estado» para salvar a Pedro Sánchez de una derrota parlamentaria segura.

Ello solo un día después de que el presidente atacara al PP en ese mismo hemiciclo y hablara de «mangantes» para referirse al Gobierno de Mariano Rajoy.

«El PP no va a apoyar la enmienda a la totalidad, pero no le va a dar un cheque en blanco. Queremos una Ley de Seguridad Nacional que proteja a los españoles de un Gobierno como el de ustedes. Les pido que cojan la mano del PP y negociemos artículo por artículo y tengamos sentido de Estado», señaló el diputado del PP Juan Antonio Callejas en la tribuna.

El alegato de Bolaños

Al comienzo de la sesión, Bolaños defendió que esta ley que ahora podrá continuar su tramitación debe tratarse «con mucho rigor» por su importancia. «En momentos de crisis el Estado necesita reforzar sus capacidades», añadió.

Según el ministro de la Presidencia, ésta es una «modificación puntual» de la Ley de Seguridad Nacional de 2015, que no afecta al contenido esencial y, por el contrario, regula los recursos a disposición del Estado en momentos de crisis, como lo fue la pandemia. Esto último mediante la creación de una reserva estratégica de recursos de primera necesidad o estratégicos.

Aunque sí hay un cambio sustancial, como contó El Debate en marzo: en la nueva ley el Gobierno se reserva la potestad de reclutar a cualquier español mayor de 18 años invocando la Seguridad Nacional y sin derecho a indemnización ni gratificación alguna. Algo que no gustó al Consejo de Estado en el dictamen que elaboró al respecto: el órgano consultivo la consideró abusiva.

Tras el discurso de Bolaños, Junts, ERC, la CUP y Bildu volvieron a lanzar duras acusaciones contra el Gobierno de Sánchez por el caso Pegasus. Pese a que los socialistas quieren dar carpetazo a la crisis con la destitución de Paz Esteban.

La diputada de ERC Montserrat Bassa durante el pleno

La diputada de ERC Montserrat Bassa durante el plenoEFE

«Considerando que el Estado español considera una amenaza para la seguridad al independentismo, ¿debemos preocuparnos, señor Bolaños? Yo creo que sí. Ustedes no nos están persiguiendo o espiando por lo que hacemos sino por lo que pensamos», le espetó la diputada de Junts Míriam Nogueras. «Estamos en contra de su Ley de Seguridad Nacional por nuestra propia seguridad nacional», añadió, por parte de ERC, Montserrat Bassa.

«Nos traen hoy aquí la modificación de la Ley de Seguridad Nacional sin haber resuelto Pegasus, sin que haya una comisión de investigación pública y sin que se haya resuelto la falta de control del CNI», sostuvo Mireia Vehí, de la CUP. «El espionaje es por pensar y esta oposición democrática no se merece que se le espíe, no representa ningún peligro», siguió.

Bolaños escuchaba y aguantaba el chaparrón en su escaño. Cómo sería para que tuviera que salir en su ayuda el diputado de Vox Javier Ortega Smith, que contradijo el relato de los independentistas: «No fueron condenados por lo que pensaran, que poco nos importa, sino por los hechos delictivos que cometieron. Delitos de sedición y malversación de caudales. Nuestro objetivo es echarles de las instituciones e ilegalizarles con la ley en la mano», sostuvo.

En cualquier caso, no será el voto de Vox, sino el del PP, el que permita que la Ley de Seguridad Nacional siga su tramitación. Aunque el diputado popular que defendió la postura de su partido deslizó una duda que quedó en el aire: «Señor Bolaños, tenemos la sensación de que usted estaría encantado de que esta ley decayera para calmar a los independentistas», dejó caer Callejas.

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