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Alberto Núñez Feijóo durante su intervención en Róterdam

Alberto Núñez Feijóo durante su intervención en RóterdamMudarra /PP

La crónica del Partido Popular

Feijóo busca convertirse en la nueva referencia del centro-derecha europeo

La fuerza de los partidos de centro-derecha ha ido decayendo durante los últimos años con el avance de la izquierda y las formaciones de derecha férrea

A Alberto Núñez Feijóo le sobraron las presentaciones cuando se convirtió en presidente del Partido Popular el pasado mes de abril. Su popularidad como líder de la Xunta gallega le precedía. Pero en Europa, Feijóo es el nuevo de la clase y había que llevar bien aprendida la lección. Y así lo hizo el líder del PP español que celebró en menos de dos días, quince reuniones bilaterales que le situaron entre los líderes europeos como uno más.

Como es lógico, los encuentros obligan a los asistentes a documentarse previamente de aquel con el que mantendrán unos minutos de charla y a conocer, por tanto, la situación del país representado. Un punto a favor para el gallego que consiguió encadenar reuniones con miembros tan relevantes como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la del Parlamento Europea, Roberta Metsola.

Alberto Núñez Feijóo junto a Ursula Van der Leyen

Alberto Núñez Feijóo junto a Ursula Van der LeyenDavid Mudarra /PP

El congreso celebrado en el palacio de congresos Ahoy dispuso para ello una suerte de barracones donde entraban y salían constantemente los líderes de los partidos europeos en un vaivén de nacionalidades que recordaban a un corrillo de Erasmus, programa estudiantil europeo nombrado así en honor, precisamente, a Erasmo de Róterdam.

Feijóo se reunió con el primer ministro marroquí que le invitó a visitar el país

«Las reuniones han ido muy bien», informaba escuetamente el presidente del PP que prefirió mantener el contenido de los encuentros ajeno a los periodistas que allí se encontraban para cubrir el evento. Lo poco que deslizó de sus charlas fue la insistencia del primer ministro marroquí que «hasta tres veces» le invitó a que visitase el país en los próximos meses. Lo hará en otoño.

Más allá de eso, fuentes de su entorno apuntaron que las reuniones se realizaron por petición de los otros países y que «en pocas ocasiones» había sido al contrario. Lo cierto es que Feijóo parecía desenvolverse con soltura entre sus homólogos a excepción de su capacidad para comunicarse en inglés para lo que necesitó una intérprete que se convirtió en su sombra durante las dos jornadas.

Para júbilo de Feijóo, el propio Manfred Weber, que sería nombrado en horas presidente del EPP, se acercó al ahora senador para saludarle con una amplia sonrisa que generó en cuestión de segundos un remolino de medios de comunicación entre los que el líder gallego se atrevió a bromear con Weber en un chascarrillo que le llegó tarde por aquello de la diferencia de idiomas.

Feijóo y Weber saludándose en el congreso del EPP

Feijóo y Weber saludándose en el congreso del EPPPP

Las menos de 48 que Feijóo paseó por los pasillos del congreso le sirvieron para situarse en el panorama europeo, hablar de su plan económico y demostrar que su intención no es otra que llegar a la Moncloa en el próximo año. Como colofón a ello pudo pronunciar un discurso de menos de diez minutos («Así es Europa, todo va rápido», comentaban eurodiputados allí presentes) en el que se presentó como el «futuro inmediato» para España a pesar de que quedan, previsiblemente, 18 meses para que los españoles acudan a las urnas.

Ya de paso, Feijóo fijó diferencias con Vox. Era su primera aparición en Europa y las formaciones de derecha férrea no son siempre bien vistas en los entornos europeístas. Esto también lo conoce el líder de Génova que se posicionó como la oposición «no euroescéptica» al Gobierno de Pedro Sánchez.

Su entusiasmo fue recogido con agrado en el Partido Popular europeo que, conserva una mayoría en el Europarlamento, pero que ha ido perdiendo peso en los gobiernos dejando paso a la izquierda y los partidos situados a su derecha con golpes como la pérdida de Alemania por parte de la CDU.

El 'ministro de Exteriores', Pons

Con los deberes hechos en Europa, el siguiente paso es América. Para ello juega un papel clave la vicepresidencia alcanzada por Esteban González Pons en el PP europeo, un beneficio que el partido no pretende desaprovechar después de haber perdido la secretaría general en el EPP.

Pons formará parte de las diez vicepresidencias que existen en la formación europea. Cabe recordar que el también vicesecretario institucional del PP entró en el último puesto en unas elecciones internas en las que solo había once candidatos para las ya nombradas diez plazas.

Pons, Feijóo y Mazón en Róterdam

Pons, Feijóo y Mazón en RóterdamDavid Mudarra /PP

Pero una vez en el puesto, Pons ostentará las tareas de relaciones con América. Se convertirá, por tanto, en una especie de ministro de exteriores dentro del EPP. Este cargo fue negociado por Feijóo y Weber en una visita que el alemán hizo al gallego en Santiago de Compostela hace apenas unas semanas. En la reunión previa al congreso se discutió la salida de Antonio López-Istúriz tras 20 años en la secretaria general, que ahora ocupará un técnico en lugar de un político. López-Isturiz es un histórico que cae fruto de los movimientos de Feijóo.

La vicepresidencia de Pons se convertirá en el enlace de Feijóo con América puesto que las intenciones del eurodiputado son que sea el líder de su partido el que le acompañe siempre que la agenda lo permita.

De esta manera, Feijóo se pretende colocar en el foco europeo y americano y ganar una popularidad que le evite, en un futuro, la pérdida de protagonismo que Sánchez sufre progresivamente frente a las instituciones y gobiernos internacionales.

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