Espionaje
El juez Calama da tres días al ministro Bolaños para que declare por escrito sobre el caso Pegasus
En una providencia, dictada este mismo miércoles, el magistrado ha acordado enviar el cuestionario en un sobre cerado y comunicar el plazo disponible para que Bolaños, en su calidad de testigo, lo devuelva a la Audiencia Nacional
El juez José Luis Calama, instructor del llamado caso Pegasus, ha dado tres días al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, para que responda por escrito a las preguntas que se han formulado conjuntamente tanto por su parte como por la del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Jesús Alonso, en el marco de la causa sobre el presunto espionaje al móvil de Pedro Sánchez y otros tres ministros del Gobierno socialista.
En una providencia, dictada este mismo miércoles, el magistrado ha acordado enviar el cuestionario en sobre cerado y comunicar el plazo disponible para que Bolaños, en su calidad de testigo, lo devuelva a la Audiencia Nacional. Además, el juez ha adelantado que, una vez analizadas las respuestas a las referidas cuestiones, se abrirá un plazo para poder formular nuevas preguntas. Entre ellas, las de la Asociación de Juristas Pro Lege cuya personación, como acusación popular, ha sido admitida formalmente esta misma semana.
En la misma resolución a la que ha tenido acceso El Debate, Calama ha requerido, también, al Centro Criptológico Nacional (CCN) para que, en los próximos siete días, entregue los informes definitivos sobre los análisis encargados sobre los teléfonos móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de la ministra de Defensa, Margarita Robles y los de los titulares de las carteras de Interior y Agricultura, Fernando Grande-Marlaska y Luis Planas, respectivamente.
La versión de Moncloa sobre el fallo de seguridad
La comparecencia de Félix Bolaños en rueda de prensa, el pasado día 2 de mayo, suponía destapar un grave fallo de seguridad en el seno del Gobierno socialista y reconocer el error ante la opinión pública. Tras conocerse la versión del ministro de la Presidencia, el juez Calama -encargado de las pesquisas orientadas a determinar la autoría detrás de lo ocurrido- citaba a declarar al ministro a Félix Bolaños, en calidad de testigo, para que aportase en sede judicial la información que conocía del espionaje a los teléfonos de Pedro Sánchez y de los ministros Grande-Marlaska y Robles. Un movimiento que elevó el tono político en un caso inédito con muchísimas sombras y apenas luces.
No en vano, para el PP, la citación a Félix Bolaños era la prueba inequívoca de que el factótum del Gobierno fue el responsable último del fallo de seguridad; pese a que quien lo pagó con su puesto no fue él sino la ex directora del CNI, Paz Esteban. Por aquel entonces, Bolaños era el secretario general de la Presidencia, un departamento del que dependen las comunicaciones del presidente.