Sin robar protagonismo a Sánchez
Moncloa podría retrasar hasta cuatro meses el juramento de la Princesa Leonor con la excusa de las elecciones generales
El Ejecutivo socialista no desea que la heredera al Trono jure la Constitución el día de su mayoría de edad al previsiblemente encontrarse convocada la Diputación Permanente del Congreso, por la cercanía con los comicios generales del próximo año 2023
Fuentes cercanas a la presidencia del Gobierno aseguran que Pedro Sánchez no quiere que la Princesa Leonor jure la Constitución y la fidelidad al Rey el día de su 18 cumpleaños. El Ejecutivo socialista justifica su propuesta en que el 31 de octubre de 2023 las Cortes Generales podrían encontrarse disueltas ante la cercanía con las elecciones generales y por tanto, la hija de Felipe VI debería prometer ante la Diputación Permanente de la Cámara Baja, perdiendo el acto su debida solemnidad. La decisión retrasaría el juramento hasta pasado febrero de 2024 y todo el protagonismo mediático se centraría en la campaña electoral del candidato socialista.
El Gobierno tiene previsto agotar la legislatura. Así lo aseguró el presidente en una conversación informal con periodistas en su gira por los Balcanes occidentales. Siguiendo los plazos que dicta la ley, esta finalizaría el 10 de noviembre de 2023. Disueltas las Cámaras, los comicios generales quedarían convocados desde el 16 de octubre, apenas unos días antes del cumpleaños de doña Leonor.
En consecuencia, las Cortes que surjan de las elecciones de diciembre de 2023 deberían quedar constituidas en los 25 días siguientes a la celebración de los comicios. Ahora bien, las negociaciones para la formación de Gobierno podrían dilatarse hasta dos meses desde la primera votación de investidura. Ello provocaría que la hija de Felipe VI no jurara la Carta Magna y la fidelidad a su padre hasta pasado febrero de 2024.
La Casa del Rey, sin nada decidido
Por su parte, la Casa del Rey ha confirmado a El Debate que «aún no se ha decidido nada» y que «probablemente no se hará hasta que la fecha no se encuentre más cercana». Si bien Moncloa subraya que la jefatura del Estado estará de acuerdo con retrasar el acto, otras fuentes cercanas a Felipe VI creen que «podría ser una estrategia para que el presidente saliente», en este caso del Ejecutivo socialista, «no viese eclipsada su campaña electoral por tan solemne acto de repercusión mediática internacional».
Aprovechando el vacío legal
En el caso del juramento, la Carta Magna no dicta un día exacto para su celebración. Así, el artículo constitucional 61.2 reza que el «Príncipe heredero, al alcanzar la mayoría de edad (..,)» prestará «el mismo juramento» (que el Rey al ser proclamado ante las Cortes Generales, de desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas), «así como el de fidelidad al Rey».
Ahora bien, se entiende que el juramento ha de producirse el mismo día que el heredero de la Corona celebra su mayoría de edad, según confirman fuentes expertas en Derecho Constitucional a este medio. Así lo hizo Felipe VI, ataviado con un traje civil un 30 de enero de 1986. Entonces, el acto no tenía precedentes históricos, ya que ningún príncipe había comparecido ante las Cortes para jurar la Constitución.
Con el retraso propuesto por Moncloa, Pedro Sánchez volvería a robar el protagonismo a la Jefatura de Estado. Una praxis que el presidente viene aplicando de manera habitual, como durante la cumbre de la OTAN en Madrid, cuando Moncloa logró que el presidente estadounidense, Joe Biden, se reuniese antes con Pedro Sánchez que con Felipe VI –si bien no pudo evitar que la recepción fuese protagonizada por el monarca, a los pies del Air Force One–. El Gobierno socialista ha dado los pasos adecuados para inmiscuir al poder Ejecutivo en la Corona, como con el reciente decreto del pasado abril por el que impuso a funcionarios públicos en la Casa del Rey.
En este solemne acto del heredero al Trono, hace 36 años los españoles progresistas reclamaban el protagonismo casi exclusivo de las Cortes frente al reclamo de los conservadores por evitar cualquier intervención del entonces presidente del Gobierno, Felipe González. Hoy, Pedro Sánchez despluma el debate con la excusa de las elecciones generales y se dilapida el derecho de la Princesa Leonor, a quien corresponde por ley y por tradición, jurar fidelidad al Rey y a la Constitución en su 18 cumpleaños.