Barómetro de encuestas El Debate
Sánchez se acerca directo al pésimo porcentaje de voto con el que perdió dos veces ante Rajoy
Los socialistas invocan una remontada que cada vez parece más lejana en las encuestas. El presidente está solo dos puntos por encima del resultado que obtuvo en junio de 2016, antes de su caída
¿Es posible la remontada? Los socialistas repiten sin cesar que aún quedan 15 meses para las elecciones generales y que hay partido; porque los españoles –argumentan– acabarán por reconocer en las urnas los esfuerzos del «Gobierno de la gente» para proteger de la crisis no solo a los más vulnerables, sino también a la clase media y trabajadora.
Sin embargo, las encuestas son tozudas y están mostrando ya no una foto fija, sino una tendencia sostenida en el tiempo y cada vez más preocupante para Pedro Sánchez, que está tratando de luchar contra la erosión de su imagen y de su Gobierno.
El Debate publica un nuevo agregado de encuestas, a propósito de las publicadas en las últimas dos semanas. Entre ellas, la de Target Point para este periódico, que situaba a Alberto Núñez Feijóo a nueve puntos del presidente y con una ventaja de entre 46 y 50 escaños, todo un abismo.
Por el contrario, no está incluida la que publicó el CIS el jueves, porque como explicó el diputado del PP Víctor Píriz en Twitter tiene trampa y cartón: la diferencia entre el voto directo y la llamada «cocina» (la estimación de voto) es muy grande.
La conclusión del popurrí de sondeos es que Sánchez se acerca peligrosamente al pésimo porcentaje de voto con el que perdió dos elecciones generales frente a Mariano Rajoy, en diciembre de 2015 y junio de 2016. Eran los tiempos del «no es no» a la investidura del candidato popular, una cerrazón que acabó costándole el puesto de secretario general del PSOE por un motín interno. Luego vino su regreso tras ganar en unas primarias y la moción de censura que lo elevó a los altares de la Moncloa.
La media de encuestas publicadas en prensa y televisión sitúa al socialista en el 24,65 % de intención de voto, frente al 32,42 % del popular (7,7 puntos de diferencia). En diciembre de 2015, Sánchez se presentó por primera vez a las elecciones, ante el entonces presidente Rajoy. Sacó el 22 % de los votos. En la repetición electoral de junio de 2016, el candidato del PSOE subió ligeramente hasta el 22,66 %. Es decir, solo dos puntos más de lo que le concede actualmente la media de sondeos.
Y eso que entonces, hace seis años, Pablo Iglesias le dio un mordisco del 21,1 %, mientras que ahora Unidas Podemos está en menos de la mitad. En concreto, en el 10 % de intención de voto, según el agregado de encuestas.
Yolanda Díaz no termina de despegar con su «proceso de escucha», aunque en su equipo explican que es normal porque no hay tensión electoral, dado que queda más de un año para las elecciones generales. En cualquier caso, errores de cálculo como el de la cesta de la compra no le ayudan. Y ahí está Íñigo Errejón para pescar en río revuelto: Más País ronda el 2,69 %.
En aquella repetición electoral de 2016, Rajoy ganó con el 33,01 % de los apoyos. Feijóo está actualmente en el 32,42 %, y subiendo. Porque recoge voto de Ciudadanos, que sigue en una situación agónica –el 1,9 %–, algo del PSOE y también de Vox. Los de Santiago Abascal continúan su tendencia a la baja, en una media de 14,81 % de intención de voto. Las elecciones municipales y autonómicas de mayo servirán para medir si lo de Andalucía fue un bache para Vox o está inmerso en una crisis mayor.
Sánchez reaccionó tras las elecciones andaluzas, consciente del momento crítico al que se enfrentaba. Remodeló la cúpula del PSOE antes de las vacaciones y, a la vuelta, se enroló en una gira por España titulada El Gobierno de la gente y decretó fuego a discreción contra Feijóo en todos los frentes. En ésas sigue, pero casi tres meses después del inicio de su operación de remontada nada ha cambiado en los sondeos; si acaso, a peor.