La gran baza
Sánchez tira de pensiones y gasto récord en año electoral para contener al PP y a la calle
Dinero y más dinero, en unos Presupuestos de 2023 que desprenden el inconfundible aroma electoral y que serán los últimos del Gobierno de coalición si no consigue dar la vuelta a las encuestas
«Cuando aprobamos los primeros Presupuestos dijeron que no habría dos, y cuando aprobamos los segundos dijeron que no habría tres», se ha felicitado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, al término del Consejo de Ministros.
El Gobierno está pletórico después del acuerdo a tres bandas entre Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y Podemos -la vicepresidenta segunda actúa por separado-, que servirá de pegamento para la coalición. Al menos, hasta la próxima polémica.
¿Cómo ha conseguido el presidente del Gobierno la cuadratura del círculo? Con dinero y más dinero, en unos Presupuestos Generales que desprenden el inconfundible aroma electoral, dadas las elecciones municipales, autonómicas y generales de 2023: el gasto social ascenderá hasta los 266.719 millones de euros, seis de cada diez del total. Con una previsión de crecimiento del 4,4 % del PIB para este año y del 2,3 % para el que viene. «Prudencia, responsabilidad fiscal, justicia social», según la vicepresidenta económica.
Los pensionistas, los funcionarios y los jóvenes son los tres colectivos especialmente mimados en estas cuentas públicas, pese a que según la ministra de Hacienda la prioridad del Ejecutivo es «posibilitar el ensanchamiento de la clase media y trabajadora».
La subida de todas las pensiones (incluidas las máximas) será de en torno al 8,5 %, que es el IPC interanual que el Gobierno prevé para noviembre (el mes de referencia). «Los pensionistas van a tener garantizado su nivel de vida con este Gobierno», ha proclamado Montero.
La de los funcionarios será del 9,5 % en tres años. Y, para los jóvenes, el Gobierno mantiene el bono alquiler joven de 250 euros mensuales e impulsa un nuevo plan de alquileres asequibles. La titular de Hacienda se reservaba una sorpresa para la rueda de prensa: el año que viene se mantendrán los abonos gratuitos de Cercanías, Media Distancia y los Rodalíes de Cataluña, incluidos en los Presupuestos porque el Gobierno quiere que se conviertan en una «política estructural» y no temporal.
Montero no ha adelantado si también prorrogarán las demás medidas que el Ejecutivo ha ido adoptando en cuatro paquetes para embridar la crisis energética, como la reducción del IVA del gas y la electricidad al 5 % y la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante. Todas ellas están fuera de las partidas de los Presupuestos y se analizarán a final de año, cuando vence el último decreto ley. La ministra de Hacienda tampoco ha querido adelantar el futuro de los impuestos a la banca, el sector energético y las grandes fortunas, supuestamente todos ellos temporales (y ninguno aún en vigor).
Durante la comparecencia, Isabel Rodríguez, Calviño y Montero han cargado contra el PP y los «intereses económicos que no quieren confesar», en palabras de la titular de Hacienda, que también ha criticado el «sálvese quien pueda y el darwinismo social» que predica Alberto Núñez Feijóo. Ésta ha presumido de que, a lo largo de la legislatura, el gasto en Sanidad se ha duplicado y el de Educación ha crecido un 60 % respecto a los últimos Presupuestos heredados de Mariano Rajoy.
Este martes son todo sonrisas del Gobierno, pero la noche antes Yolanda Díaz entró en la SER para quejarse de que el PSOE estuviera tensando la cuerda al máximo. «No comparto nada esta manera de negociar», sostuvo. Horas después se fotografiaba sonriente junto a Sánchez en un despacho de La Moncloa. Y mientras, Pablo Iglesias daba las gracias en Twitter a Ione Belarra y a Unidas Podemos por estas cuentas públicas, pero no a la ministra de Trabajo. La relación entre ellos es ya prácticamente inexistente.
Podemos, por su parte, se ha jactado de que los grandes avances de estos Presupuestos son por iniciativa suya, no de los socialistas. «Las medidas mejor valoradas dentro del Gobierno de coalición son las medidas que ha impulsado Unidas Podemos», según la secretaria de Organización de los morados, Lilith Verstrynge.
No obstante, los socios de Sánchez sí se han tragado un sapo: el aumento del gasto en Defensa, por más que el PSOE lo haya camuflado en parte. En los Presupuestos de 2023 sube el 6,5 %, básicamente para sufragar la subida salarial de las Fuerzas Armadas. La subida es del 8,4 % si se incluyen los fondos europeos. El truco es que los programas especiales de modernización de las Fuerzas Armadas no están ahí.
Sobre una futura Ley de Familias, para la que también ha habido acuerdo entre Sánchez y Díaz, el Gobierno no ha querido adelantar nada. Sobre la Ley de Vivienda, que ya fue aprobada por el Consejo de Ministros y está atascada en el Congreso, la ministra de Hacienda ha corrido un tupido velo.
Pedro Sánchez, el PSOE, Yolanda Díaz y Podemos pasarán los próximos días ensalzando las bondades de estos Presupuestos, que para ser algo más que papel necesitarán ser aprobados por la mayoría Frankenstein.