Empiezan las negociaciones
El Gobierno se propone comprar el voto de nueve partidos a sus Presupuestos a base de cesiones
Sánchez quiere obtener un respaldo amplio a sus últimas cuentas públicas de la legislatura. ERC, Bildu y el PNV son las formaciones prioritarias. Rufián avisa: «El voto de Esquerra se suda»
«Empieza la negociación», señaló la ministra de Hacienda durante la presentación de los Presupuestos Generales de 2023, que contienen un gasto social récord de 266.719 millones de euros. Una cifra con aroma electoral difícilmente rechazable para la mayoría Frankenstein. Y que se suma al interés que tienen ERC y Bildu –sobre todo ellos– en que Pedro Sánchez gane las próximas elecciones generales.
Después de ponerse de acuerdo entre sí, el Gobierno de coalición está convencido de poder lograr el apoyo de nueve partidos a sus cuentas públicas –11 contando al PSOE y Unidas Podemos– y sumar 188 síes (12 por encima de la mayoría absoluta). En concreto, los del PSOE, Unidas Podemos, el PNV, Bildu, ERC, Compromís, Más País, el PDeCAT, el PRC, Teruel Existe y Nueva Canarias.
Esos fueron los votos que obtuvieron las cuentas públicas de 2022. Si por el camino se suma el diputado del BNG, que en las dos ocasiones se ha abstenido, mejor aún. Con la CUP no cuentan en el Ejecutivo. Con Junts per Catalunya, tampoco. Y de Ciudadanos Sánchez ya no quiere nada, si es que alguna vez lo quiso.
Optimismo en la Moncloa
En la Moncloa son muy optimistas. Creen que obtener un respaldo tan amplio a los últimos Presupuestos de la legislatura será un buen colofón. Máxime teniendo en cuenta que, en el pasado, se especuló mucho con la posibilidad de que el presidente del Gobierno tuviera que prorrogar los actuales, previa ruptura con Unidas Podemos.
Pero eso es agua pasada. Ahora los socios habituales esperan a María Jesús Montero con la lista de demandas en la mano. «Que se ahorren el pressing, porque no funciona. El voto de ERC se suda», advirtió este martes al Ejecutivo el portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián. Quien, además, se lamentó de que el acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos no haya incluido la Ley de Vivienda.
Los republicanos están condicionados por el futuro de la Generalitat, una vez que la militancia de Junts se pronuncie –este jueves y viernes– sobre su continuidad en el Govern de Pere Aragonès. Si deciden salir, la intención del president no es convocar elecciones anticipadas, sino resistir. Y ahí entraría en juego el PSC de Salvador Illa, necesario para garantizar la gobernabilidad.
En el caso del PNV, y como contó El Debate en septiembre, los de Andoni Ortuzar quieren que el Gobierno les transfiera ya las competencias en el transporte ferroviario de Cercanías, que reclaman desde hace años. Eso en el corto plazo.
En el medio plazo, antes de que acabe la legislatura aspiran a cerrar el traspaso parcial de la Seguridad Social. En concreto, del régimen económico, por lo que el País Vasco pasaría a gestionar y controlar la cotización y la recaudación de las cuotas y demás recursos de financiación del Sistema de la Seguridad Social. Pero, de momento, dejando las pensiones al margen.
Por parte de Bildu, su portavoz en el Congreso, Mertxe Aizpurua, advirtió este martes a Sánchez de que no olvide mantener los pies en la tierra: «La pelota está en el tejado del Gobierno. No debe olvidar que no cuenta con mayoría suficiente. Le toca dialogar, negociar y atender las demandas del bloque plurinacional de izquierdas», señaló.
Un año después de que Arnaldo Otegi asociara el apoyo de Bildu a los Presupuestos de 2022 con la salida a la calle de los 200 presos de ETA, el balance es: 98 presos etarras responsables de 298 asesinatos en 217 atentados ya han sido acercados a las cárceles del País Vasco. También hace un año que se hizo efectivo el traspaso a Ajuria Enea de las competencias en materia penitenciaria.
Las negociaciones para sumar apoyos discurren por varias carreteras. Una es la de la ministra de Hacienda. Otra, la del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. Sánchez también por su lado y Díaz por el suyo. Y en la melé de conversaciones, hasta los Comunes.
Los tiempos
Una vez que la ministra Montero y su equipo entreguen el libro amarillo de los Presupuestos Generales a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, empecerá su recorrido parlamentario.
El jueves 13 de octubre, el presidente del Gobierno comparecerá en la Cámara Baja para hablar de Presupuestos, economía y del Consejo Europeo que se celebrará este viernes. En las fechas siguientes, los altos cargos que los grupos parlamentarios soliciten comparecerán en las distintas comisiones para explicar las cuentas de sus respectivos departamentos.
Después, a finales de octubre o principios de noviembre, se producirá el primer examen en el Pleno: la votación de las enmiendas de totalidad. Los partidos que enmiendan la totalidad de los Presupuestos ya hacen una declaración de intenciones. No quiere decir que después el Gobierno no pueda recuperarlos para la causa, pero es muy difícil.
El año pasado presentaron el PP, Vox, Ciudadanos, Coalición Canaria, Foro Asturias, Junts per Catalunya y la CUP. Siete en total. Todos acabaron votando en contra de las cuentas públicas, más UPN.