«No abráis todavía»: Sánchez hizo esperar a los Reyes dentro del coche para evitar la pitada pero le pitaron igual

Pedro Sánchez podía imaginarse que iba a ser abucheado nada más llegar a la plaza de Lima, porque ya lo fue en 2021 y 2019 (en 2020 no hubo desfile de la Fiesta Nacional por la pandemia).

Por eso, el presidente del Gobierno intentó una maniobra de última hora para evitar los gritos y pitos; una triquiñuela que, no obstante, no le salió bien: ni por ésas esquivó la indignación del público.

Sánchez retrasó su llegada para hacerla coincidir con la de los Reyes. El resultado fue que Don Felipe y Doña Letizia tuvieron que esperar, dentro del Rolls Royce de Patrimonio Nacional, a que el presidente del Gobierno hiciera su aparición. «No abráis la puerta todavía», es escuchó decir a un efectivo de seguridad mientras los Reyes aguardaban en su berlina por el presidente.

Minutos antes de la llegada de Felipe VI, ya esperaban junto al palco, de pie, la ministra de Defensa, Margarita Robles, el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, el almirante general Teodoro López Calderón, así como la presidenta de la Comunidad de Madrid y el alcalde de la capital, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida. Pero Sánchez no llegaba.

A la hora programada, las 11 de la mañana, el vehículo de los Reyes entró en la plaza de Lima. Al percatarse de que el presidente no estaba para recibirlos, esperaron dentro en torno a un minuto. Sánchez llegó sobre la bocina, y solo se apeó del coche oficial allí mismo. Nada más poner un pie en el suelo fue abucheado e increpado igualmente, al grito de «dimisión».

No es el primer error de protocolo de Sánchez en un Día de la Fiesta Nacional. En 2018, en la primera ocasión en la que acudía como presidente del Gobierno, se colocó al lado de los Reyes en el besamanos del Palacio Real, situándose al nivel del jefe del Estado.