La Armada comienza a reparar la fragata Santa María para que pueda incorporarse a la Operación Atalanta

Las llamas alcanzaron el pasado 7 de octubre el hangar donde se encontraba la fragata Santa María, en la Base Naval de Rota, lo que impidió que se incorporase el pasado 9 de octubre, según lo previsto, a la Operación Atalanta, que lucha contra la piratería en aguas somalíes.

Sin embargo, el buque podrá participar en la que es la primera misión emprendida por la Fuerza Naval de la Unión Europea (EU NAVFOR) el próximo mes de noviembre, según ha explicado el Ministerio de Defensa en un comunicado al que ha tenido acceso Europa Press.

Y lo hará después de que el Arsenal de Cádiz haya iniciado este martes los trabajos para reponer la operatividad de los sistemas afectados en la Santa María.

El fuego, que no causó daños personales, se declaró por causas aún desconocidas en el hangar del buque, una zona de la popa donde normalmente se ubican los helicópteros embarcados y que en esos momentos no alojaba a estas aeronaves, según explicaron a Efe fuentes de la Armada.

Reparaciones «a buen ritmo»

En el comunicado, el Ministerio de Defensa ha recordado que la rápida actuación del personal de la Armada en la extinción del incendio «permitió limitar los daños ocasionados», lo que ha facilitado que las reparaciones avancen «a buen ritmo».

De esta forma, la Armada prevé mantener la rotación de unidades ya establecida de participación en la Operación Atalanta, por lo que la fragata Santa María estará en disposición de incorporarse y poner rumbo al Océano Indico a principios de noviembre para relevar a la Numancia.

La Santa María (F-81), primera de la serie de seis fragatas, fue construida por la empresa nacional Bazán, en su factoría de Ferrol y fue entregada a la Armada el día 12 de octubre de 1986.

A pesar de la veteranía de sus buques mantienen plenamente sus capacidades operativas y tienen una presencia continua en la Operación Atalanta que lucha contra la piratería en aguas de Somalia.