Las prioridades de la vicepresidenta
El absentismo laboral de la ministra de Trabajo: Yolanda Díaz falta a cuatro plenos en mes y medio
Desde que está sumergida en la promoción de su marca, Sumar, ha relegado sus obligaciones parlamentarias. Este curso se ha saltado las votaciones de los días 20 y 27 de septiembre, 6 de octubre y 3 de noviembre
El pasado jueves tocaba un pleno intenso en el Congreso. Había que adelantar trabajo, puesto que ni esta semana ni la siguiente hay pleno y la del 21 al 24 de noviembre está reservada para los Presupuestos Generales de 2023.
La presencia de Yolanda Díaz en la votación, prevista para la última hora de la tarde, estaba anunciada en su agenda. Con el habitual: «Asiste al Pleno del Congreso de los Diputados». Antes había dado una entrevista en TVE y participado en varios actos en la Casa de América. Sin embargo, llegó la hora de votar y la vicepresidenta segunda no estaba en su escaño.
No es una excepción, sino que el absentismo de la ministra de Trabajo en el Congreso empieza a ser habitual. Díaz ha faltado a cuatro votaciones en solo mes y medio: el martes 20 de septiembre, el martes 27 de septiembre, el jueves 6 de octubre y el jueves 3 de noviembre, como muestran los cuadros de votaciones de la Cámara Baja.
Existe una razón principal, puramente electoralista: la promoción de su marca, Sumar. De hecho, si el motivo de sus reiteradas ausencias fueran sus quehaceres como ministra, Díaz tendría la opción de votar telemáticamente. No en vano, en junio entró en vigor una modificación del Reglamento del Congreso –pensada especialmente para los miembros del Gobierno con escaño– que permite a los diputados solicitar el voto telemático si el día de la votación tienen «compromisos de representación institucional en el extranjero». Y ya se les permitía por razón de enfermedad, embarazo, maternidad o paternidad.
La socia de Pedro Sánchez faltó al pleno del martes 20 de septiembre, aunque en su agenda no figuraba nada ese día. También faltó su hombre de confianza, el diputado gallego Antón Gómez-Reino. Esa semana, Díaz presentó al equipo titular de Sumar, con los fichajes del sociólogo César Rendueles, el profesor de Ciencia Política Ignacio Sánchez-Cuenca y el escritor Bernardo Atxaga.
También se ausentó del pleno del 27 de septiembre, a pesar de que en su agenda oficial de ese día estaba anunciada su presencia en el Congreso. Estuvo grabando una entrevista radiofónica que se emitía la mañana siguiente. Había que grabarla porque el miércoles 28 Díaz no podía faltar al desayuno informativo del presidente de Prisa, Joseph Oughourlian.
Su siguiente falta es la del pleno del jueves 6 de octubre. Ésa dolió especialmente a Podemos, puesto que aquel día llegaban al pleno del Congreso, por primera vez, dos de las leyes señeras de la formación morada: la del aborto y la de derechos del colectivo trans y LGTBI, y más en concreto de Irene Montero. Se debatían y votaban las enmiendas a la totalidad de ambos proyectos de ley presentadas por el PP y Vox (también Cs, en el caso de la Ley del aborto), pero la ministra de Trabajo estaba a otra cosa: tenía un acto de Sumar en Oviedo, dentro de una visita a Asturias que duró dos días (al día siguiente estuvo en Gijón).
En el partido de Ione Belarra apuntaron y guardaron. Y el domingo se la cobraron, cuando Pablo Iglesias cargó contra Yolanda Díaz –a quien él designó sucesora– durante la Universidad de otoño de Podemos. Por supuesto, la vicepresidenta segunda no estaba entre el público.
Por último –de momento–, el jueves 3 de noviembre tampoco participó en la votación del que fue el último pleno hasta la semana del 21de noviembre. En la agenda de la Moncloa estaba confirmada su presencia, a partir de las siete de la tarde. Pero no se la vio por la Carrera de San Jerónimo. Horas antes había concedido una entrevista a La hora de la 1 en la que dijo estar sorprendida de la buena acogida de los españoles a su proyecto. «Ahora nos toca levantar un proyecto de país, y en eso estamos», sostuvo.
Díaz siempre presume de ser una estajanovista del trabajo. Y, en efecto, sus jornadas son maratonianas (madruga mucho y se acuesta muy tarde, asegura). Pero desde que tiene que compaginar su cargo de ministra con su condición de precandidata y líder de Sumar, ha relegado sus obligaciones como diputada a un segundo plano.
Esta semana, aprovechando que este 9 de noviembre es festividad en Madrid capital, Díaz recaló con su plataforma electoral el martes en Navarra y este miércoles visita La Rioja. Al menos no hay pleno, así que no sumará otra falta injustificada.