Esta es la puerta que Interior usó para ejecutar 470 devoluciones en caliente el día de la tragedia de Melilla

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, autorizó 470 devoluciones en caliente de inmigrantes el día de la tragedia de Melilla. El Debate ha viajado hasta el puesto fronterizo donde ocurrió la catástrofe humanitaria en la que murieron varios inmigrantes y reproduce hoy la puerta que se usó para llevar a cabo el traslado forzoso de personas.

Estas devoluciones en caliente se llevaron a cabo en la frontera del Barrio Chino de Melilla. El pasado 24 de junio, día en el que se produjo la tragedia, 2.500 inmigrantes intentaron saltar la valla que separa Marruecos de España. Algunos murieron en el intento y otros lograron pasar.

La puerta está ubicada en una de las entradas del puesto fronterizo. Cuenta con un un acceso metálico de color cobre cuya seguridad para evitar ser forzado es de tan sólo un candado de cuatro centímetros de longitud. Al traspasarlo hay una pasarela en línea recta con un pasillo cuyo final es la entrada a Marruecos. A día de hoy, en esa puerta no hay miembros de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado. Seis meses después de la catástrofe humanitaria el escenario está vacío de agentes a pesar del aumento de intentos de nuevos saltos.

De los supervivientes que pisaron territorio español al menos 470 fueron devueltos al país del que provenían mediante el procedimiento de las devoluciones en caliente. Según atravesaron la alambrada fueron custodiados por agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil y trasladados por esta puerta al país del que provenían.

Según el Defensor del Pueblo, el día 24-J se rechazó el acceso de 470 personas en la frontera de Melilla «sin contemplarse las previsiones legales tanto nacionales como internacionales». Todas estas personas pasaron por la puerta sobre la que hoy este periódico publica todos los detalles. El director de este organismo público, Ángel Gabilondo, ex candidato autonómico del PSOE en la Comunidad de Madrid, también apunta: «Ese día se registró una situación de riesgo previsible en la zona a la vista del desarrollo inicial de los acontecimientos».

Menores de edad

El pasado jueves, El Debate reveló la existencia de un informe elaborado por la ONG Caminando Sin Fronteras que eleva a 40 los muertos del día de la tragedia. Una cifra superior a los 23 fallecidos que asegura el Ministerio del Interior, el mismo número que ofrecen las autoridades de Marruecos. Ese informe también denuncia que España llevó a cabo devoluciones en caliente de «personas heridas que no recibieron asistencia médica».

La organización no gubernamental asegura que el Ministerio del Interior se coordinó con las fuerzas de seguridad de Marruecos para realizar estos traslados forzosos. Entre las personas que fueron devueltas se encuentran «decenas de potenciales refugiados y menores de edad», según Caminando Sin Fronteras. Además, denuncian que «las autoridades españolas estaban siendo testigos de torturas, tratos inhumanos y degradantes de personas que estaban sufriendo».

El 30 % de las personas que sufrieron la masacre eran menores de edad entre quince y diecisiete años. También aseguran que el 5 % de los niños tenían edades inferiores que oscilan entre los once y los catorce años. Las personas que participaron en el salto masivo eran procedentes de Sudán, Sudán del Sur, Chad, Mali, Yemen, Camerún, Nigeria, Senegal, Níger, Guinea Conakry, Burkina y Liberia.

Las denuncias de Gabilondo

El documento que elaboró el Defensor del Pueblo también incluye que Gabilondo emitió un escrito dirigido a la Secretaría de Estado de Seguridad donde se incluyen varios recordatorios legales. Entre ellos el de «aplicar un enfoque de derechos en la gestión fronteriza a fin de garantizar el derecho a la integridad física y moral, sin que nadie pueda ser sometido a malos tratos, tratos inhumanos o degradantes».

También «que se impida cualquier práctica abusiva, arbitraria o discriminatoria que entrañe violencia física o moral por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en el ejercicio de su actuación profesional. También que se dicten las órdenes oportunas para que los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado estén siempre identificados».

«Del visionado de las imágenes recibidas en la institución se puede comprobar que, en una puerta del perímetro fronterizo, una avalancha de personas provoca un amontonamiento y aplastamiento con consecuencias mortales. El Defensor del Pueblo no ha dado por concluida esta actuación y ha solicitado a la Secretaría de Estado de Seguridad la remisión de más imágenes del 24 de junio del perímetro fronterizo que podrían ayudar a aclarar algunos extremos», concluye la denuncia de Ángel Gabilondo.