La defensa de Dani Alves pone en duda la versión de la víctima: «Entró él primero al baño, la denunciante fue dos minutos después»
El Debate accede al recurso de apelación que ha presentado el abogado del jugador contra el auto que le tiene en prisión provisional desde hace días
Cristóbal Martell, el abogado del exjugador del Barcelona, ha presentado un recurso de 24 páginas contra la decisión de la jueza instructora de enviar a su cliente a prisión provisional sin fianza. Lo ha hecho directamente ante la Audiencia Provincial de Barcelona, es decir, recurso de apelación: tres jueces serán los que decidan, probablemente antes de un mes. El escrito, al que ha tenido acceso El Debate, se construye sobre tres pilares:
1º Poner en duda a la denunciante
Lo primero que hace el letrado es atacar la investigación de los Mossos d´Esquadra, también de la jueza de instrucción y su falta de espíritu crítico: «Debemos destacar determinados elementos probatorios que no son tan evidentes, contundentes y devastadores como tendenciosamente apunta el atestado (el de los Mossos) y acoge el auto (el de la jueza) de un modo casi acrítico o poco cuidadoso». Después de esta bofetada en plena cara recuerda que la víctima en su denuncia dijo cosas como estas: «Estábamos muy apartados»; «Me colapsé, empecé a tener mucho miedo y sin que pasara nada pensé: ¿y si me pone algo en la bebida?»; «¿Y si me voy ahora de aquí y al salir nos cogen o algo?».
El abogado destaca la frase «sin que pasara nada» para a continuación añadir: «Pues bien, esa situación debe ser contrastada con las imágenes grabadas por el sistema de videovigilancia en las que se advierte la entrada de la denunciante, su prima y su amiga a las 3:20 horas y durante 20 largos minutos se observa un grupo de cinco personas departiendo de un modo lúdico y festivo rodeados de muchísima gente en un espacio abierto, que dista mucho en ser el contexto y escenario de intimidación ambiental». Se refiere, en principio, a que la zona Vip en la que las tres jóvenes estuvieron con Dani Alves y su amigo Bruno no era un lugar apartado y escondido, sino a la vista de todos. Y que no pasó nada extraño.
Por otro lado, desmiente el testimonio de la denunciante cuando aseguró en su declaración que Dani Alves cerró la puerta del baño. El abogado cuestiona su palabra: «Se observa a 3:42 horas de la madrugada como D. Daniel Alves se dirige hacia la izquierda y entra en la puerta del lavabo situado, como decimos, a la izquierda de la imagen y sin que vuelva a aparecer. A los 2 minutos, 3:44, la denunciante, tras estar durante ese tiempo hablando con sus dos amigas y un camarero, se dirige a esa puerta y entra sin que Daniel Alves le franquee el paso o abra la puerta. Las imágenes hablan solas. Así fue». En realidad, ocurre 1 minuto y 36 segundos después, por ser exactos.
Con estos datos Cristóbal Martell concluye: «Las imágenes que se observan pugnan y entran en conflicto y contradicción con la descripción que hace la denunciante y es allí donde nos asalta la duda y nos permite dudar razonablemente de que también su relato de lo acontecido en la soledad de la pareja en el cubil del baño pueda estar también adornado de idénticos elementos de distorsión narrativa».
2º No hay riesgo de fuga
Para argumentarlo el letrado explica que, el 20 de enero, Dani Alves se entregó voluntariamente a los Mossos en el despacho de su abogada. Acordaron una cita a las 6.30 de la mañana, pero el jugador llegó con retraso a las 6.50, que es cuando le pusieron las esposas. En segundo lugar, explica que está casado en Barcelona y que tiene fuertes lazos familiares y empresariales en la Ciudad Condal. En tercer lugar, desmiente a Su Señoría cuando en el auto de prisión afirma que Alves iba a irse a México porque ha de trabajar: «Ello permite deducir la verdadera intención del investigado de abandonar el país». Para Martell el argumento era inconsistente, pero dándolo por válido, recuerda que el Pumas le ha despedido.
Otro de los argumentos utilizados contra Alves era que su alto nivel económico le podía permitir volar a un país sin tratado de extradición sin problema. El abogado niega esa capacidad y asegura que lo han despedido de todos sus trabajos actuales. Además de su despido como futbolista, varias empresas han rescindido sus acuerdos publicitarios: la compañía Hygia Saúde (de servicios financieros y seguros de Brasil); la compañía 1xParteber (de apuestas deportivas); la compañía Ethika (marca de ropa); la compañía Adidas. Según el abogado, «ha desaparecido pues el músculo económico que destacaba el auto obstativo a la libertad provisional».
3º No va a coaccionar a la víctima
La jueza afirma en el auto de prisión, entre otras cosas, que manda a la cárcel a Alves «a fin de evitar que el investigado pueda reaccionar violentamente o con represalias de algún tipo hacia la víctima por bien que intente coaccionar a la misma para que pueda cambiar el sentido de su declaración o intentar algún tipo de acuerdo económico». Para el letrado de la defensa no hay ningún indicio y se trata de «afirmaciones vacías».
En función de estos argumentos, que además sustenta con multitud de jurisprudencia, solicita a la Audiencia Provincial de Barcelona que ponga en libertad a Dani Alves cuanto antes y ofrece que el jugador tenga que acudir diariamente al juzgado a firmar, que entregue sus pasaportes, que le prohíban salir del país, que tenga la obligación de comunicar si cambia de domicilio, que se establezca una orden de alejamiento de 500 metros respecto a la víctima, su trabajo o su domicilio y que se le prohíba comunicar con ella de cualquier forma. Incluso se ofrece a depositar la fianza que la Audiencia estime prudencial.