Captura de la ficha como víctima de Javier García Gaztelu 'Txapote' en la página del Ayuntamiento de Galdácano
Ayuntamientos vascos califican de «víctimas» a los etarras y de «fallecidos» a los asesinados por ETA
Bildu, socio prioritario de Sánchez, invierte dinero público al blanqueo de los terroristas
Se llama el proyecto Oroimena (memoria, en euskera) y está organizado entre Bildu y la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Este proyecto aprovecha, con dinero público, la recién estrenada Ley de Memoria Democrática para victimizar a los asesinos más sanguinarios de ETA.
La ‘ficha’ de ‘Txapote’ en la web del Ayuntamiento de Galdácano no fue más que la punta del iceberg de toda una red de webs dedicadas a victimizar a los etarras, cada ayuntamiento con los terroristas nacidos en su localidad.
Así, el autor del atentado de Santa Pola que acabó con la vida de la pequeña Silvia Martínez, Oscar Celaráin es, para el Ayuntamiento de Villabona, «víctima de la política penitenciaria y aplicación de leyes excepcionales». El asesino del vicealmirante Cristóbal Colón de Carvajal, el histórico José Luis Arrieta Zubimendi, es, para el Ayuntamiento de Azpeitia, víctima como «muerto en situación de deportación». En realidad, Arrieta murió de un infarto cuando se encontraba huido.
Víctimas y victimarios
El asesino Arrieta está en el mismo listado que Inaxio Uría, empresario azpeitiarra asesinado por ETA en 2008, aunque para el Ayuntamiento de su localidad natal no fue asesinado, sino que fue «fallecido por heridas de armas de fuego». De hecho, en el texto que explica su asesinato no menciona ni una sola vez la palabra «asesinado» sino simplemente «fallecido», igual que Arrieta, que también es «fallecido a causa de una grave enfermedad del corazón».
Por este motivo, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Covite, «exige a todas las autoridades vascas que ejerzan las actuaciones oportunas para que todos los ayuntamientos que tienen su propia web ‘Oroimena’ eliminen toda presencia de los asesinos de ETA en éstas puesto que vulneran la neutralidad política».
En palabras de la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, «en cualquier lugar del mundo se ve normal que quien comete crímenes gravísimos sea detenido, juzgado y condenado excepto en Euskadi con los terroristas de ETA, donde la aplicación de la justicia se ve como una vulneración de los supuestos derechos de los asesinos».
