El juez insiste en que el ataque de Algeciras es terrorista pese a los problemas mentales del atacante
La defensa alegaba que el trastorno delirante de Yassine Kanjaa convierte el ataque contra un sacristán y varios feligreses en un delito común
El juez de la Audiencia Nacional, Joaquín Gadea, ha informado que seguirá con el caso del ataque yihadista que el pasado mes de enero acabó con la vida de un sacristán e hirió a varios feligreses en Algeciras manteniéndose así el carácter terrorista de caso.
La defensa de Yassine Kanjaa, el joven marroquí que el pasado 25 de enero entró en varias iglesias de la ciudad gaditana con un cuchillo y mató al sacristán Diego Valencia, alega que, tal y como afirma un informe psicológico, padece un trastorno delirante y su acción no puede considerarse como un acto terrorista, sino que debería ser tratado como un hecho de delincuencia común e, incluso, serviría como eximente para liberarle de toda culpabilidad.
El juez Gadea, sin embargo, considera que el informe es todavía provisional, por lo que sería prematuro adoptar decisiones basándose en él y que afectaran a la imputabilidad o no del investigado.
Kanjaa se encuentra desde principios de este mes en el centro psiquiátrico penitenciario de Sevilla por recomendación de los médicos de la Audiencia Nacional. Este centro psiquiátrico pidió la semana pasada que aclarara qué deben hacer con él, si simplemente internarlo o proporcionarle un tratamiento.
A la Sala de lo Penal
Es la segunda vez que la defensa de Yassine Kanjaa recurre el caso de su defendido, por lo que, tras la nueva negativa del juez Gadea, lo lógico sería que lo intentaran con la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, por lo que la decisión final quedaría en manos de otro juez, tres magistrados en concreto, y tendría carácter definitivo.
El magistrado de refuerzo de la Audiencia Nacional decretó el 30 de enero el ingreso en prisión de Kanjaa por los delitos de asesinato y lesiones con fines terroristas ya que iba dirigido tanto contra sacerdotes que profesan la fe de la Iglesia Católica como contra musulmanes que, para el investigado, no siguen los preceptos del Corán.